Tucumán: el ciudadano sigue siendo rehén del transporte público

Otra vez el mismo conflicto.
Otra vez los empresarios del transporte llorando “déficit”, mientras siguen recibiendo subsidios millonarios, boleto aumentado y colectivos 0 km. Pero, curiosamente, también siguen comprando empresas del mismo rubro.
¿Negocio en crisis o crisis muy rentable?

Mientras tanto, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, con Rossana Chahla a la cabeza, vuelve a mostrar el fracaso de su gestión en transporte.
Los carriles exclusivos no funcionan, el control de frecuencias es inexistente, no hay servicio nocturno y las promesas de mejoras quedaron en el aire.

Desde el municipio, la secretaria de Gobierno Camila Giuliano advirtió que no se permitirá que se afecte “el derecho de los ciudadanos a trasladarse” y que podrían aplicar sanciones a AETAT.
Pero ya sabemos cómo termina esto: amenazas mediáticas, acuerdos por detrás y el ciudadano pagando la cuenta.

Por eso cada vez más tucumanos eligen alternativas como Uber, Didi y otras apps, cansados de un sistema obsoleto, caro y mal gestionado.

💬 En Tucumán, el transporte público no conecta a la gente: la encadena.

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