Riquelme, el blanco preferido del establishment mediático

El lunes pasado fui a desayunar al café de siempre para, de paso, leer Clarín. Me gusta la tapa de Clarín de los lunes porque casi siempre (por no decir siempre) le da mucho espacio al fútbol, con una linda foto a color del partido más importante. Pero, raramente, no había ninguna noticia de fútbol, sino del triunfo de Los Pumas. ¿Cuántas veces en su historia Clarín puso al rugby como nota de tapa? Creo que se puede contar con los dedos de una mano. ¿Qué había pasado, entonces? Algo muy sencillo: que Boca le había ganado a Tigre y que, después de haberle ganado a River y clasificar a la Copa, terminó primero en su grupo. Y entonces Clarín decidió que había que censurar las buenas noticias sobre Boca. Otro tanto pasó en La Nación, y lo mismo en ESPN y TyC Sport, que me tomé el trabajo (insalubre) de ver varios de sus programas. Hablaban de Boca lo menos posible, casi al pasar, sin entrar a fondo en el tema, relativizando el asunto. ¿Y por qué pasa eso? Por el delito que cometió Riquelme. ¿Cuál? Oponerse a Macri y a Milei, algo que es imperdonable para los medios hegemónicos y el establishment económico.
Cuando Boca perdía, los responsables no eran los jugadores o los directores técnicos, sino el propio Riquelme; era todo el día dale que te dale contra Riquelme; por esto, por lo otro o por lo de más allá. Ahora cuando Boca gana se minimiza el tema, se lo oculta a Riquelme y, si hay que hablar de alguien, es de Paredes, como si no hubiera llegado a Boca convencido por Riquelme. Todo es tan obvio que da hasta pudor hablar del asunto. Sobre todo, que Boca no está jugando mucho mejor que antes, cuando perdía. Solo que ahora está ganando, cosa que puede dejar de ocurrir en cualquier momento (incluso mañana contra Talleres) y allí veremos renacer el “que se vaya Riquelme” y etc., etc. etc.
Lo mismo, pero al revés, pasa con River. ¿Se imaginan lo que diría el Grupo Clarín y demás medios hegemónicos si a Boca le hubiera ido en el último trimestre como a River? Ya estarían llamando a manifestaciones populares a la puerta de la Bombonera para pedir la renuncia de Riquelme, más un escrache a todos los jugadores y el director técnico. Sin embargo, según esos medios, la crisis de River es solo “futbolística”. La dirigencia que, como sabemos (o no tanto) es dueña de uno de los bancos más grandes de la Argentina, está absolutamente ausente de la crítica. Gallardo tiene “el crédito abierto” (¿El crédito del banco? No lo sé, de esas cosas no opino), y los principales responsables son los jugadores. Solo ellos. Nadie más. Así son las cosas en el ancho mundo de la relación entre el futbol y el establishment mediático.
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Es cierto que River perdió mal contra Boca, que hace mucho que juega mal y que no le está haciendo un gol a nadie (¡Hace 4 partidos que no marca un gol!). No obstante, pese a todo, creo que si elimina a Racing pasa a ser candidato. No puede durar eternamente esta crisis. Eterna, en cambio, es la crítica a Riquelme, mientras siga siendo el muro de contención contra los negocios que ya conocemos todos.
