Celeste Cid tomó una decisión que sorprendió a muchos: se fue de Argentina y se instaló en un nuevo destino. La actriz emprendió un viaje a Croacia junto a su novio, Santiago Korovsky, en busca de sus raíces familiares. Durante las últimas semanas recorrió distintas ciudades del país balcánico, entre ellas Dubrovnik y Ugljan, la isla donde nació su abuela Miranda.

La famosa compartió en sus redes sociales un texto cargado de sentimientos en el que relató cómo ese reencuentro con su historia familiar marcó un antes y un después: “Mi abuela Miranda llegó a la Argentina cuando tenía 6 años. Cuando mi mamá me contó que lo único que mi abuela recordaba de Ugljan —la islita croata en la cual vivía— era que había muchas flores, entendí mi fascinación por ellas”.

Celeste visitó la iglesia donde sus bisabuelos se habían casado y quiso documentar cada detalle para compartirlo con su familia. Sin embargo, poco después descubrió que se había equivocado de templo. Lejos de lamentarse, lo tomó con humor y ternura. “Dejo las fotos acá porque son muy lindas, y estábamos muy felices cuando las tomamos, pero lo cierto es que la iglesia verdadera es la de piedra, la más antigua, con la puerta de reja”, explicó en su publicación, junto a las imágenes del momento.

Korovsky fue clave durante todo el viaje. Según contó la actriz, él fue quien resolvió la confusión y volvió en bicicleta hasta el lugar correcto para recuperar un libro que ella había dejado como ofrenda. Se trató de Intimidad, su segunda obra literaria, que llevó hasta allí como símbolo de unión entre generaciones. “Con su tapa y sus flores, era una manera de devolverle a ese lugar un pedazo de su (mi) historia”, escribió conmovida, al reflexionar sobre ese gesto tan personal.

El viaje, más allá de lo turístico, se transformó en un proceso de sanación y reencuentro para Celeste. Sus publicaciones generaron una gran repercusión entre sus seguidores, que celebraron su sensibilidad y el modo en que honró a su abuela. En cada postal, la actriz reflejó una mezcla de nostalgia, gratitud y amor, en un entorno natural que la conectó con sus raíces y con su presente.

Santiago, su pareja, también se mostró emocionado por la experiencia y le dedicó unas dulces palabras en redes: “Alguien que le avise a Miranda que su nieta es lo más hermoso que hay”. Para cerrar su relato, Celeste compartió una imagen de su infancia en brazos de su abuela, acompañada por flores, ese detalle que unió a tres generaciones y que hoy, en su nuevo hogar lejos de Argentina, sigue siendo su manera de recordar de dónde viene.