Waisale Waqanivalu “el criminal de las plantaciones”: mató en Fiyi a cinco personas e hirió a otra



Waisale Waqanivalu, conocido como el «criminal de las plantaciones», mató a cinco personas en Fiyi e hirió a otra y fue considerado como el primer asesino serial de ese país.

Nacido en en 1979 en  Naisisili, una isla de Nacula de la provincia de BA, Waqanivalu cometió todos sus homicidios entre marzo y diciembre de 2003.

Todos los ataques cometidos por este criminal se produjeron en plantaciones o cañaverales, por lo que recibió ese sobrenombre.

El 6 de marzo de 2003, Waqanivalu vio un camión estacionado cerca de una plantación de yuca en Nasoso, Nadi, y al cruzar por allí vio a Sarita Devi, de 35 años, y a su novio, Mohammed Iliaz, quienes presuntamente mantenían relaciones sexuales .

Este asesino agarró una piedra y tomó por sorpresa a la pareja, a quienes agredió de manera violenta y reiterada, primero a Iliaz, a quien dejó inconsciente, y luego Devi en la cabeza, a quien mató en cuestión de segundos.

El 8 de diciembre, Waqanivalu vio un minibús estacionado cerca de un cañaveral en Wavuwavu, un popular lugar de copas.

Nuevamente se digirió a la zona y armado con una barra de hierro se acercó al vehículo para golpear con ese objeto a los dos ocupantes hasta matarlos: eran Vonivate Kubu, de 26 años, y su novia, Saraseini Batiratu, también de 26.

Sin embargo, su raid criminal no terminó allí, ya que luego avanzó unos metros y abordó a otras dos personas que se encontraban en el lugar, Adrian Jotish Lal (21 años) y Eleni McGoon (20), para después golpearlas y asesinarlas.

Ese mismo mes Waqanivalu fue detenido y además de vincularlos con estos cuatro homicidios, también se lo vinculó al asesinato de Devi.

Al principio, este criminal se declaró inocente, pero modificó su declaración para evitar pasar el resto de su vida en prisión.

Sin embargo, y a pesar de sus intentos por recibir un castigo menor al que esperaba, la Justicia lo condenó a cinco cadenas perpetuas simultáneas, que en Fiyi equivale a 10 años de máximo cada una, pero además le sumaron también otros 10 años más por haber sido responsable de robo con violencia.

A la hora de establecer los años que iba a recibir «el criminal de las plantaciones», el Tribunal Superior lo condenó en total a 29 años de prisión, 19 por los asesinatos y 10 por el robo con violencia.

El padre de una de las últimas víctimas, Vonivate Kubu, quedó conforme con la pena que le impusieron a Waqanivalu, pero reveló que le preocupaba lo que harían la esposa de Waqanivalu, Miriama Adibocua, y su hija de 6 años para sobrevivir.

«La esposa y la niña no sabían lo que había sucedido, así que me preocupa mucho lo que harían durante los 29 años que Waisale estaría en prisión», sostuvo Kubu.

En tanto, la esposa del asesino serial, Adibocua, exteriorizó su angustia y preocupación por la sentencia de su esposo, pero afirmó que confiaría en la «fuerza de Dios» para apoyarlas a ella y a su hija.

De acuerdo a lo que contaron personas cercanas a la familia del criminal, Waqanivalu «cambió mucho por el bien de su hija, con quien mantiene una estrecha relación» más allá de que continúa en prisión.



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