Tras dos fallidos intentos anteriores, SpaceX realiza este martes el noveno vuelo de prueba de su cohete Starship, buscando recopilar datos clave para mejorar su diseño y evitar futuras explosiones.

El lanzamiento de la misión IFT-9 se lleva a cabo desde la base espacial Starbase en Texas, Estados Unidos. Este vuelo marca la primera vez que se reutiliza un propulsor Super Heavy, el B14, que ya había volado en una misión anterior. A diferencia de intentos previos, en esta ocasión no se utilizó el sistema de recuperación “Mechazilla”; en su lugar, se planificó un amerizaje controlado en el Golfo de México.

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— SpaceX (@SpaceX) May 23, 2025

La nave Starship S35, equipada con mejoras técnicas para mitigar fallas anteriores, intentó realizar maniobras críticas como la reentrada atmosférica, el reencendido de motores en el espacio y el despliegue de carga útil. Estos aspectos son fundamentales para validar la arquitectura de un sistema de lanzamiento reutilizable a gran escala.

Los dos vuelos anteriores terminaron en explosiones debido a fallas en los motores Raptor y oscilaciones armónicas, respectivamente. En esta prueba, se incorporaron soluciones técnicas para evitar estos problemas, incluyendo un giro controlado posterior a la separación y un descenso con ángulo de ataque aumentado para maximizar la resistencia atmosférica y minimizar el uso de propelente.

El vuelo fue transmitido en vivo por los canales oficiales de SpaceX, con una presentación previa de Elon Musk centrada en el futuro del programa y sus implicancias para la colonización de Marte. El cronograma del lanzamiento estaba previsto para las 18:30 hora local en Texas (23:30 UTC y 20:30 hora argentina).