Un obrero chileno rescató a cuatro chicos argentinos en La Serena

Las autoridades chilenas buscan intensamente a Alejandro Cabrera Iturriaga, un joven argentino de 17 años que fue arrastrado por la corriente del mar este lunes en Cuatro Esquinas, una de las playas más peligrosas de La Serena, en el centro de Chile. Cabrera se metió al mar junto a otros cuatro chicos y jóvenes argentinos de entre 12 y 22 años, todos primos entre sí, en un punto de la costa que no cuenta con guardavidas en esta época. Francisco Boldo, un obrero chileno que volvía del trabajo en bicicleta, escuchó gritos de auxilio, se tiró al mar y alcanzó a salvar la vida de cuatro de ellos.
Boldo auxilió primero al mayor de los primos, de 22 años, quien estaba más cerca de la costa, y luego se adentró en el mar en busca de los otros cuatro. Alcanzó a tres de ellos, y como estaban lejos de la costa los mantuvo a flote durante media hora, hasta que llegó la ayuda de la Marina chilena. «El otro se me escurrió de las manos», lamentó en declaraciones a medios chilenos.
Un barco a la deriva y un rescate en alta mar
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La Armada de Chile, los bomberos y equipos de Defensa Civil de los municipios de La Serena y Coquimbo, así como pescadores y otras organizaciones, siguen rastrillando el mar y la costa en busca de Alejandro. El joven nació en San Juan, pero vive junto a su hermano mayor en la localidad de Altovalsol, La Serena, donde estudia en el Liceo Gabriela Mistral. Los otros tres accidentados fueron otros dos de sus hermanos, una chica y un chico, y un primo, que viven en San Juan.
El dramático relato del obrero que rescató a cuatro chicos de morir ahogados
Francisco Boldo, el obrero de la construcción que salvó la vida de tres de los cuatro hermanos y su primo, contó a los medios chilenos lo que vivió en la mañana del lunes. «Iba llegando en bicicleta por la orilla de Cuatro Esquinas. De repente escucho gritos, oigo a una mamá desesperada que decía que todos sus hijos estaban ahí dentro ahogándose, que eran cinco niños. Boté mi bicicleta, yo andaba con shorts, menos mal, y me tiré al mar», relató.
«Veo al primer niño que estaba ahogándose, y vi que eran muchos niños«, recordó. «Le dejé ahí, más o menos encaminado en la orilla, y me fui adentro a salvar a un menor que tenía doce años, que estaba flotando, que ya estaba como ido. Fui a llevarle la respiración alto, a apretarle el pecho, a hacerle botar agua, y volvió a su estado normal».
Ya había auxiliado a tres, pero faltaban más. «Traté de tranquilizarlo para poder llevarlo, afirmado de un brazo, a buscar a su hermana, que estaba un poco más allá. Arrastré a su hermana, estaba muy desesperada, me empezó a hundir, empezamos a ahogarnos«, contó.el trabajador. En lugar de tratar de acercarse a la costa a través de la rompiente, hizo lo contrario. «Pude meterme mar adentro, pasé las olas con ellos dos, y había uno más adentro. Hice un círculo con ellos, les conversé que nos estabilizáramos, y nos pusimos a esperar. Nadie llegaba, crecían las olas, más de media hora adentro«, dijo.
La ayuda se hizo esperar, y cuando llegó, no fue la más adecuada. «De repente llega la Marina en una lancha, nos tiran una boya de arrastre, y empezaron a arrastrarnos. Empezaron a tirar con la soga, empezaron los niños a tragar agua. Los hice parar la lancha y no tenían recursos, no tenían bote inflable para el acercamiento, tirándolos como animales, todos los niños salieron raspados«, concluyó.
En otra entrevista, Boldo explicó: «De chico que nado y he participado en campeonatos, cuando vi a esa madre desesperada no dudé en sacarme la ropa y meterme para ayudar». Y lamentó: «El otro se me escurrió de las manos, se me salió de control...».
Según contó a los medios chilenos, en los últimos meses auxilió a «más de diez personas» en peligro de ahogarse en el mar.
Una familia argentina repartida entre San Juan y La Serena
Facundo Araya es el hermano mayor de Alejandro y vive junto a él en Altovalsol, La Serena, en la región de Coquimbo. Provienen de una familia numerosa de San Juan, con un total de seis hermanos. “Él vive en La Serena hace un año. Somos argentinos, pero estamos nacionalizados chilenos por nuestros abuelos”, contó. Llegó a la playa de Cuatro Esquinas después del accidente, para acompañar a su madre.
Facundo relató que uno de sus hermanos, de catorce años, sigue hospitalizado, pero está mejorando. «Despertó, pudo comer, pudo hablar un poco y descansar”, relató. Su madre continúa en shock.
Mientras tanto, equipos de buzos especializados, voluntarios salvavidas de La Serena y Coquimbo y pescadores de la caleta de Peñuelas continúan buscando a Alejandro, en un esfuerzo conjunto que también involucra drones. La familia no abandona las esperanzas de encontrarlo con vida, pero las posibilidades son cada vez más remotas.
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