Un funcionario brasileño reveló que el operativo en Río de Janeiro “fue planificado durante dos meses”

El secretario de la Policía Militar, Marcelo Menezes, reveló este miércoles que el sangriento operativo en las favelas de Río de Janeiro “fue planificado durante dos meses”, antes de su despliegue. La intervención dejó un saldo provisorio de 130 fallecidos, la mayoría de ellos presuntos integrantes de la organización criminal Comando Vermelho.
El Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), la unidad de élite de la Policía Militar, establece un “muro impenetrable” en la zona de bosques que rodea las favelas Penha y Alemao. Por su parte, otros grupos militares avanzaron desde diferentes accesos, empujando a los sospechosos hacia áreas deshabitadas.
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“Desplegamos las tropas por todo el terreno. La diferencia, en comparación con las imágenes que mostraban a delincuentes fuertemente armados buscando refugio en la zona boscosa, fue la incursión de agentes del BOPE en la parte más alta de la montaña que separa las dos comunidades”, explicó el secretario en rueda de prensa.
Asimismo, Menezes dijo que la incursión policial “fue planificada durante dos meses, aunque reveló que las tareas de investigación llevaron poco más de un año. “Esta acción creó lo que llamamos el Muro del BOPE: una línea de contención formada por policías que empujaron a los delincuentes a la cima de la montaña”, indicó.
Por su parte, el secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, consideró este miércoles que el operativo realizado en las favelas fue “el mayor golpe” que recibió el Comando Vermelho desde su fundación en la década de 1970. Además, el funcionario destacó la magnitud de la pérdida de armas, drogas y líderes para la organización criminal, con base en la zona norte de Río de Janeiro.
El inédito operativo que se llevó a cabo este martes contó con la participación de 2.500 efectivos de distintas fuerzas, pero dejó un saldo luctuoso, ya que murieron alrededor de 130 personas, la mayoría presuntos integrantes del Comando Vermelho.
De todas formas, Curi sostuvo que se trató del “mayor golpe” asestado por las autoridades a esa organización criminal y criticó la postura del gobierno nacional, encabezado por Luiz Inacio Lula Da Silva. sobre la condición de víctimas de los malvivientes.
“Hoy en día todo el mundo es víctima. El traficante pasó a ser víctima del usuario. Y el policía está siendo tratado como villano, cuando el policía es el héroe”, remarcó Curi, en declaraciones a la prensa local.
BGD/DCQ
