tuvo que dejar un estadio por invasión y destrozos
La gira de Lionel Messi por la India, pensada como un evento histórico para millones de fanáticos, comenzó de la peor manera. Lo que prometía ser un encuentro inolvidable con el capitán campeón del mundo terminó en un caos, enojo y una violencia que obligaron al ídolo a retirarse antes de lo previsto. Todo como parte de una desorganización total.
Desde temprano, el estadio Salt Lake de Calcuta, en el estado de Bengala Occidental, se colmó de hinchas que esperaban ver aunque fuera por unos minutos al 10 argentino. Messi fue recibido como una verdadera estrella: cantos, banderas y una euforia que reflejó el fenómeno que genera en el mundo entero. Sin embargo, esa expectativa se transformó rápidamente en frustración.
Según relataron medios locales, muchos de los espectadores no pudieron ver a Messi a pesar de haber estado durante largas horas, ni siquiera en las pantallas gigantes del estadio. El ídolo dio una breve vuelta al campo saludando a la gente y de inmediato abandonó el lugar, a pesar de que estaba previsto que jugara algunos minutos. La desorganización lo obligó a adelantar su salida.
La reacción no tardó en llegar. Parte del público, furioso por lo sucedido y tras haber pagado entradas que estaban por encima de los 100 dólares, comenzó a destrozar el estadio. Asientos arrancados y arrojados al campo de juego, botellas que parecían proyectiles y hasta invasiones a la cancha. Las imágenes recorrieron el mundo y reflejaron el malestar de la gente. Un caos total.
EL ESCÁNDALO QUE PROVOCÓ LA VISITA DE LIONEL MESSI A LA INDIA
La ministra de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, pidió disculpas públicas tanto a Lionel como a los hinchas. En las redes se mostró “profundamente consternada y conmocionada por la mala gestión presenciada hoy en el estadio Salt Lake”. También anunció la creación de un comité para “realizar una investigación detallada sobre el incidente, establecer responsabilidades y recomendar medidas para evitar que se repita en el futuro”.
El descontento de los fanáticos quedó reflejado en testimonios contundentes. “Ver a Messi era un sueño. Pero no tuve la oportunidad de verlo debido a la desorganización en el estadio”, lamentó el empresario Nabin Chatterjee, de 37 años. En la misma línea, Ajay Shah expresó su enojo: “Vine con mi hijo para ver a Messi, no a políticos”, y denunció que mientras muchísimas personas no pudieron verlo, los efectivos de seguridad “se hacían selfies” con Messi.
Ante el escándalo, el responsable de la policía estatal, Javed Shamim, confirmó que “el jefe de la organización” fue detenido y que se evaluaba la forma en que los organizadores podrían reembolsar las entradas. Definitivamente, fue un evento que se fue de las manos por la pésima organización.
Messi ya dejó Calcuta y se trasladó a Hyderabad, donde continuó con su agenda oficial. Se reunió con autoridades locales, visitó el Palacio Taj Falaknuma y tiene previsto disputar un amistoso de 20 minutos con el equipo local, además de brindar una breve clínica de fútbol para jóvenes.
La gira de Lionel, denominada GOAT India Tour, se extenderá por tres días y llevará al capitán de la Selección por Hyderabad, Mumbai y Nueva Delhi antes de su cierre el lunes. El viaje incluye también la presencia de Luis Suárez y Rodrigo De Paul.
Horas antes del caos, Messi había “inaugurado” de manera remota una imponente estatua de 21 metros en su honor, ubicada en Calcuta. La obra, realizada en hierro, representa al astro levantando la Copa del Mundo. “Es una cuestión de orgullo erigir la escultura de Messi. Es la estatua más alta que he hecho”, expresó Monti Paul, su creador quien tardó 40 días en completarla.




