Tropas de EE.UU. llegan a Israel para reforzar el alto al fuego en Gaza y avanzar en la liberación de rehenes


En un movimiento que marca un punto de inflexión en el conflicto de Medio Oriente, las primeras tropas estadounidenses arribaron a Israel para sumarse a la fuerza internacional que supervisará el cumplimiento del alto al fuego en Gaza y facilitará la liberación de rehenes israelíes. La operación, acordada entre Washington, Doha, El Cairo, Ankara y Tel Aviv, se enmarca en un pacto de tregua impulsado directamente por Donald Trump.

Según confirmaron fuentes de las Fuerzas de Defensa de Israel, un contingente inicial de 200 soldados norteamericanos, provenientes de bases en Estados Unidos y Medio Oriente, arribó bajo la coordinación del almirante Brad Cooper, jefe del United States Central Command (CENTCOM). El objetivo principal de este despliegue es instalar un centro de comando conjunto en Egipto, desde donde se coordinarán las operaciones con militares egipcios, cataríes, turcos y posiblemente emiratíes.

Aunque no está previsto que las fuerzas estadounidenses ingresen en Gaza, sí tendrán un rol clave en la coordinación de la tregua junto a la IDF y representantes palestinos. “Este contingente no participará de operaciones armadas, sino que garantizará la supervisión y el enlace entre las partes involucradas”, explicó una fuente militar israelí.

La llegada de las tropas norteamericanas también despertó una ola de esperanza entre los familiares de los 48 rehenes israelíes que permanecen cautivos desde hace más de dos años. Entre ellos hay casos emblemáticos como el de Eitan Horn, hijo de Itzik Horn, un argentino-israelí que expresó: “El éxito tiene un solo padre, que es Donald Trump. Eso nos da tranquilidad”.

Otros familiares, como Raz Ben Ami, sobreviviente de un secuestro de 50 días, destacaron que la intervención directa del expresidente estadounidense fue clave para destrabar las negociaciones. “Queremos que vuelvan todos los secuestrados, vivos o muertos”, dijo tras haber estado reunida con Trump en Washington semanas atrás.

El alto al fuego comenzó con el repliegue progresivo de las fuerzas israelíes hacia zonas previamente acordadas. Según el pacto, Israel mantendrá el control de aproximadamente el 53% de Gaza, principalmente en áreas fronterizas con Egipto. A cambio, Hamas se comprometió a liberar a los rehenes en un plazo máximo de 72 horas. La Cruz Roja Internacional será la encargada de recibir a las personas liberadas y trasladarlas a la base militar de Re’im para una primera asistencia médica y psicológica.

El acuerdo prevé que la liberación de rehenes fallecidos se realice de forma paralela, aunque Hamas ya anticipó dificultades para localizar algunos cuerpos, lo que podría retrasar el proceso. Si la entrega no se concreta en el plazo previsto, el gobierno israelí considerará roto el alto al fuego.

Trump, quien confirmó su viaje a Israel y Egipto para el lunes, manifestó optimismo sobre la tregua: “Todos están cansados de luchar. Este es un gran acuerdo para Israel, pero también para todos”, declaró. En Jerusalén se espera que brinde un discurso ante el Parlamento y mantenga un encuentro con familiares de los secuestrados, antes de reunirse con líderes árabes en El Cairo.

Uno de los puntos más delicados del acuerdo es la lista de prisioneros palestinos que podrían ser liberados a cambio de los rehenes. Hamas insiste en incluir a figuras de alto perfil como Marwan Barghouti y Ahmad Saadat, algo que Israel rechaza públicamente. No obstante, los grupos Hamas, Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina ya confirmaron su disposición a respetar la tregua.

El futuro político de Gaza es la gran incógnita. La reconstrucción de la Franja, devastada en un 80% tras los meses de ofensiva israelí, será uno de los mayores desafíos inmediatos. Consultado sobre el tema, Trump evitó definiciones claras: “Primero se entregan los rehenes y entra la ayuda humanitaria. Después vemos”, dijo, dejando en evidencia que el acuerdo se centra más en detener la violencia que en resolver las cuestiones estructurales.



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