Un brutal accidente aéreo sacudió este miércoles el extremo oriente de Rusia, luego de que un avión Antonov-24 operado por la aerolínea Angara Airlines se estrellara mientras intentaba aterrizar en la ciudad de Tynda. La aeronave transportaba 49 personas —43 pasajeros y 6 tripulantes—, entre ellos un niño de cinco años. No hubo sobrevivientes.

El vuelo había despegado desde Blagovéshchensk, en la región de Amur, y el siniestro ocurrió durante una segunda maniobra de aproximación al aeropuerto de destino. Según el primer comunicado emitido por la fiscalía de Transporte del Lejano Oriente ruso, “al aproximarse al aeropuerto de Tynda, la aeronave realizó una maniobra de aproximación para un segundo aterrizaje, tras lo cual se perdió el contacto“.

Horas después, un video captado por un medio local mostró el lugar del impacto: los restos calcinados del avión estaban desperdigados en medio de un bosque, entre los árboles. El fuselaje ardía aun cuando los primeros equipos de rescate llegaron al lugar del siniestro.

“Venganza perfecta”

Porque le robaron el celular, corrió al chorro y vio que se le caía el celular: la víctima logró desbloquearlo y empezó a subirle sus propios nudes a sus redes sociales hasta que el ladrón le pidió clemencia y le devolvió el celu robado. pic.twitter.com/0VoFSWAZSd

— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) July 21, 2025

En un primer momento, los socorristas que sobrevolaban la zona en helicóptero no hallaron signos de vida, pero se activó un operativo terrestre para confirmar el saldo de víctimas. Poco después, se confirmó lo peor: todos los ocupantes del avión murieron.

“Se están investigando las circunstancias”, añadieron desde la fiscalía. Por ahora, las autoridades evitaron pronunciarse sobre las causas del siniestro, aunque se presume que podrían haber influido condiciones meteorológicas adversas o una falla técnica durante el segundo intento de aterrizaje.

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Una región marcada por tragedias aéreas

Los accidentes de aviación son frecuentes en esta parte del territorio ruso, caracterizado por grandes extensiones poco habitadas y escasa infraestructura. La enorme distancia entre ciudades hace que muchas rutas deban cubrirse por aire.

A modo de antecedente, en agosto de 2024 un helicóptero se estrelló en Kamchatka y provocó la muerte de 22 personas. Mientras que, en 2021, un Mi-8 con 16 personas a bordo cayó en un lago de la misma región por la baja visibilidad: ocho personas murieron.

La noticia del nuevo accidente generó una ola de conmoción en medios locales y redes sociales, especialmente por la presencia de un niño entre los fallecidos.