Terror en pleno vuelo: un pasajero gritó “¡Alá es grande!” y amenazó con detonar una bomba rumbo a Escocia


Momentos de absoluto pánico se vivieron durante un vuelo de la aerolínea EasyJet con destino a Escocia. Un pasajero de 41 años se levantó repentinamente de su asiento, comenzó a gritar en árabe “¡Alá es grande!” y aseguró que había una bomba a bordo. El hecho ocurrió cuando la aeronave volaba desde Luton, Inglaterra, hacia Glasgow. La tensión fue total: algunos pasajeros estallaron en gritos, otros intentaron calmar a sus hijos, mientras varios actuaron con coraje para reducir al hombre.

Según testigos y las imágenes grabadas por otros pasajeros, el sospechoso comenzó a vociferar frases como “¡Detengan el avión! ¡Encuentren la bomba!”, y agregó amenazas como “¡Muerte a Estados Unidos!” y “¡Muerte a Trump!”, en un acto que terminó por alertar a toda la cabina. El comportamiento generó alarma generalizada, al punto que algunos pensaron que se trataba de un inminente atentado.

Fue en ese momento que dos pasajeros se lanzaron sobre el sospechoso, lo tiraron al suelo y lo inmovilizaron hasta que la situación pudo ser controlada. Uno de ellos, visiblemente en shock, le preguntó directamente: “¿Por qué dijiste que querías bombardear este avión?”, mientras otros exigían saber qué llevaba en el bolso.

Las imágenes del episodio fueron difundidas rápidamente en redes sociales y ya están en manos de la unidad de antiterrorismo del Reino Unido, que investiga si se trató de un acto planeado o una amenaza sin fundamentos.

La aerolínea confirmó lo sucedido mediante un comunicado. “La Policía se encontró con el vuelo EZY609 de Luton a Glasgow y retiró a un pasajero debido a su comportamiento a bordo. El equipo está entrenado para actuar de manera rápida y segura ante cualquier incidente que comprometa la seguridad del vuelo o de los clientes”, indicó EasyJet.

 Un pasajero que gritaba "muerte a Trump" y amenazaba con hacer estallar el avión fue reducido por otro viajero durante un vuelo de easyJet con destino a Escocia.

Tras el aterrizaje en Glasgow, el hombre fue formalmente arrestado y trasladado por agentes policiales. A pesar del susto, no se registraron heridos, aunque sí crisis de nervios entre algunos pasajeros, incluidos niños.

El hecho vuelve a poner en debate los protocolos de seguridad dentro de los vuelos comerciales y el acceso a listas de personas potencialmente peligrosas. También se investiga si el pasajero tenía antecedentes psiquiátricos o vínculos con células radicalizadas.

Por el momento, el detenido permanece bajo custodia y las autoridades británicas mantienen hermetismo sobre su nacionalidad y posibles antecedentes penales.





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