Suecia se cuestiona la digitalización en las escuelas e invierte 104 millones de euros en libros de papel
Suecia, un país que se destaca por implementar una de las transformaciones educativas más ambiciosas hacia la digitalización total de las aulas hace quince años, decidió revertir su estrategia. El gobierno nórdico dispuso un giro en su política educativa, asignando una partida de 104 millones de euros para reintroducir de manera masiva los libros de texto físicos en las escuelas.
La decisión de abandonar el predominio de las pantallas se fundamenta en la evidencia de los efectos negativos que el experimento digital tuvo en el aprendizaje y en las habilidades básicas de los estudiantes. El movimiento busca contrarrestar el impacto adverso que se detectó en la comprensión lectora, la concentración y el rendimiento académico de los alumnos suecos en los últimos años.

La digitalización total se había iniciado en 2009 con la clara visión de reemplazar los libros impresos por computadoras y tabletas para preparar a los estudiantes para el futuro tecnológico. Sin embargo, estudios académicos, incluidos aquellos publicados en la revista Trends in Cognitive Science, indicaron que “la comprensión lectora y la retención de información a largo plazo son significativamente menores cuando se lee en una pantalla, en comparación con la lectura en papel”.
Además de los datos académicos, en las aulas suecas se constató un problema de distracción constante. Los docentes y padres reportaron que los estudiantes dedicaban tiempo de clase a navegar por internet o a jugar en sus dispositivos, en lugar de concentrarse en las lecciones. Este fenómeno se sumó al aumento en la fatiga visual y un deterioro palpable en competencias fundamentales como la escritura y la lectura profunda.
La nueva política educativa, que abarca el período 2022-2025, no busca eliminar la tecnología, sino establecer un modelo equilibrado. El objetivo principal es asegurar que cada estudiante tenga acceso a libros de texto impresos en todas las materias para fortalecer las habilidades cognitivas esenciales.
