Sofía Gala es una de las hijas de famosas con bajo perfil. Si bien estuvo involucrada en varias polémicas, la joven siempre que aparece en cámara es para hablar de su trabajo ya que evita que sus escándalos se conviertan en algo más grande.

Actualmente, Sofía es parte de Viuda e hijas y se muestra contenta por el apoyo que recibe de la gente. En diálogo con Pronto, Gala decidió romper el silencio y contar cómo son esos días detrás del escenario antes de salir y entretener al público.

Sofía le confesó a Nico Peralta, lo importante que es para ella este trabajo: «Hacer teatro y más en este momento siento que es una posibilidad maravillosa de retroalimentación con el público y de todos los días tener la posibilidad de dentro de lo mismo hacer algo nuevo porque nunca las funciones son iguales».

Sin embargo, en medio de la charla, Sofía terminó confesando cuál es su peor vicio. Todo se dio cuando el entrevistador le consultó si era una persona que consumía mucha tecnología. Por supuesto que la respuesta sorprendió a todos.

LA INESPERAD CONFESIÓN DE SOFÍA GALA

«Mirá: no soy tuitera y tampoco subo muchas cosas a Instagram, pero sí, como todos, tengo una adicción al celular, totalmente en contra de mi propia voluntad. Es como esta adicción química de esta mierda que te produce dopamina, con la que intento y lucho todo el tiempo para que se me vaya», confesó sin filtros.

Eso no fue todo porque Sofía Gala dejó en claro que es una adicción rara: «Pero es una adicción tan loca que ni siquiera es que estoy hablando: a veces agarro el teléfono y no sé ni qué estoy haciendo. Por inercia. ¡No estoy haciendo nada! Y eso es lo que más me vuelve loca porque no uso Twitter para nada«.