Sergio Mastropietro: el nexo entre Federico Machado y la causa de la ANDIS

Federico “Fred” Machado estaba en Guatemala cuando se enteró que la Justicia de Estados Unidos quería hablar con él. Habló con el fiscal y le confirmó que había sacado pasajes a Texas con escala en México, con el objetivo de que nadie dudara de su buena predisposición. Fue un engaño: cuando aterrizó en suelo mexicano, se subió a un avión que lo llevó a la Argentina, donde permaneció con pedido de extradición durante cuatro años. En el aeropuerto de Buenos Aires lo esperaba un viejo conocido y socio en una agencia de modelos: Sergio Mastropietro, uno de los nombres clave en el entramado de corrupción que describió el fiscal Franco Picardi en la causa de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
Mastropietro es el apellido que conecta a los dos escándalos más importantes de La Libertad Avanza. Por un lado, en el dictamen del fiscal Picardi es descrito como el operador financiero y persona de confianza de Miguel Ángel Calvete, el empresario que -según la investigación- articuló un circuito ilícito para direccionar contrataciones y recaudar dinero de droguerías proveedoras de la ANDIS. Por el otro, fue socio (y es un “amigote”, según algunos conocidos) de Machado, el empresario investigado por narcotráfico en Estados Unidos y que financió la campaña de José Luis Espert en 2019, un dato que se confirmó durante la campaña y que forzó la baja de la candidatura del economista.
Según el círculo íntimo de Mastropietro, por estos días está tranquilo y espera que Picardi lo llame a declarar. Dice que tiene una respuesta a cada detalle planteado por el fiscal y, según le escucharon decir, su único pecado es tener la “mala leche de conocer a dos personas que en dos meses hacen una cagada atrás de otra”.
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Mastroprieto: su rol según Picardi y la estrategia que evalúa
Mastropietro ya tiene abogado, pero su nombre aún no se hizo público. Todos los esfuerzos están dedicados a las explicaciones que dará en la Justicia y quiere dar buenas señales. Se enteró que su domicilio estaba siendo allanado mientras regresaba a la Argentina desde Estados Unidos, en una escala en Guayaquil. Pretende usarlo a su favor y mostrarse como un hombre ajustado a derecho.
Pero la carta más importante que tiene para jugar, según pudo saber PERFIL, es plantear que “Sergio no es el dueño, ni es socio o accionista de Baires Fly”, la empresa de aeronáutica a través de la cual se habrían movido montos millonarios provenientes de droguerías vinculadas a contrataciones con la ANDIS.
Entre sus defensores se animan a decir que el fiscal “se equivocó”. En los papeles, Baires Fly es propiedad de Luis Grande, un empresario de la aviación que es amigo de Mastropietro desde la adolescencia y compañero en el Liceo General San Martín, según reconstruyó DataClave.
Cuesta pensar que Picardi se haya equivocado, ya que en su dictamen lo describe como un administrador de facto de la firma aérea. En un chat, Mastropietro le envió a Calvete una imagen con información de una cuenta bancaria a nombre de Baires Fly S.A. También le adjuntó facturas de la empresa -y de otras bajo la lupa- en concepto de “compra de kilómetros nacionales para ser utilizado en aeronaves de la empresa”. Además, la pareja de Calvete, Guadalupe Muñoz, lo tenía agendado como “Sergio Baires Fly”.
Picardi está convencido que Calvete, junto con Pablo Atchabahian, era una especie de operador paraestatal, ya que no tenían cargos pero impartían órdenes en la ANDIS y hasta lograron que dos personas de su confianza fueran designadas en el organismo: Lorena Di Giorno y Eduardo “Pino” González, que realizaban pagos y movimientos de dinero desde el organismo. Mastropietro y Alan Pocoví, hijo del exmarido de Zulemita Menem, tenían el objetivo de “blanquear” esas sumas a través de empresas privadas.
Entre estos personajes los vínculos no terminan ahí, ya que Mastropietro figura como socio de Di Giorno en Megastatica S.A.S., una empresa que está inactiva. “La sociedad con Lorena se armó para hacer una publicidad en los aeropuertos, pero resultó que aeropuertos puso su propia empresa y jamás se hizo la publicidad. La firma nunca operó, ni facturó”, explican sus allegados.
Causa ANDIS: Qué dijo Spagnuolo en su testimonial sobre los audios y las presuntas coimas
Con respecto a las facturas que iban y venían de Baires Fly, se ensayan dos explicaciones paralelas: por un lado se presenta a Mastropietro como una especie de “lobbista” de buena fe, que simplemente pone en contacto a sus conocidos. Por el otro, se insiste en que la compra de horas de vuelo es habitual, que son una especie de moneda de cambio que se acumulan al igual que los dólares con el objetivo de preservar el valor del dinero. En otras palabras, evalúa plantear que simplemente le hacía “gauchadas” a sus amigos.
Sin embargo, Picardi también lo conectó de forma directa con Spagnuolo, la máxima autoridad de la ANDIS. Según consta en los registros, Mastropietro visitó en dos oportunidades su casa en el barrio Los Eucaliptos, una el 30 de marzo y otra el 3 de mayo. “Lo invitó Calvete. Le preguntó si no quería conocer al abogado de Javier Milei, ¿y quién no quiere conocer a una persona así? Lo mismo si hubiera sido el abogado de Cristina”, dicen en su entorno.
Las reuniones, según esta versión, no habrían tenido nada que ver con trabajo y solo buscaron poner en contacto a la novia de Spagnuolo con la esposa de Mastropietro porque las dos son de Brasil. “Lo invitaron para que se conozcan y charlen”, agrega. Otra vez, habrá que esperar para saber si Picardi le da crédito a esta teoría.
Machado, la mancha venenosa
Las malas lenguas cuentan que apenas se filtraron los audios de Spagnuolo, Mastropietro llamó asustado a Machado. Con cizaña, dicen que “le temblaba la voz”. La versión fue desmentida por los allegados de Mastropietro, quienes aseguran que el vínculo con el rionegrino no era de amistad, sino viejos conocidos del mundo de la aviación. Además, sostienen que cuando en 2021 lo fue a buscar al aeropuerto “no tenía ni idea que lo buscaba la Justicia de Estados Unidos”.
Más allá del grado de confianza, hay un elemento concreto que los conecta: la agencia de modelos So Vain S.A., donde comparten directorio. La firma nunca operó, pero todavía se encuentra inscripta. Además, según reveló NOTICIAS, Mastropietro participó de la reunión en la que se conocieron Machado y Espert en 2019. En aquel encuentro también estuvo Pablo Deluca, el responsable de Relaciones Institucionales de Infobae.
Por otro lado, Machado colaboró con la campaña de Espert en aquel momento con una Jeep Grand Cherokee cuyo titular era su primo, Claudio Ciccarelli. Según contó DataClave, entre los autorizados para utilizar el vehículo también figuraba Mastropietro. La confianza parece mucha para ser solo viejos conocidos.
Mastropietro no quiere hablar con la prensa a pesar de que su nombre lleva días en los titulares de los medios. No es la primera vez que le pasa: cuando estalló el Caso Skanska era la cara de Sol Group, una empresa fantasma que emitía facturas truchas para blanquear coimas, un sistema similar al descripto en la ANDIS.
DCQ
