Santiago del Estero: un joven con más de 14 causas penales murió apuñalado tras intentar asaltar a un sereno
En la madrugada del martes, el barrio Campo Contreras, en Santiago del Estero, fue escenario de un episodio violento que terminó con la vida de Leonardo Ariel Gallardo, un joven de 25 años con múltiples antecedentes penales y una larga lucha contra las adicciones.
El hallazgo del cuerpo
El hecho se conoció cerca de las 5:45, cuando la policía fue alertada por la presencia de un cadáver en una zanja, en la colectora de Leopoldo Lugones y Luis Barrios, barrio Juan Díaz de Solís. Al llegar, los efectivos encontraron el cuerpo de Gallardo tendido al borde de la acequia, con el rostro cubierto por un cartón y los pies cruzados, sin signos vitales.
Dos amigos de la víctima, Ignacio “Chicho” Gramajo y Juan Ignacio Pérez, afirmaron que intentaron asistirlo luego de sacarlo del agua. También llegó su madre, Argentina Gallardo, quien confirmó su identidad y presenció la escena con profunda desesperación.
La confesión del sereno
Horas después, Héctor Orlando Alurralde, un sereno de 61 años, se presentó voluntariamente en la Comisaría 11 y confesó que fue atacado por dos jóvenes mientras iba en bicicleta rumbo a su trabajo en la fábrica Cerámica Santiago.
Según su relato, logró defenderse de uno de los atacantes con un cuchillo antes de escapar. Tras su declaración, fue aprehendido y los investigadores realizaron una inspección ocular en el lugar del enfrentamiento. Allí hallaron un arma blanca con restos de sangre, aunque todavía no se determinó si pertenecía a Alurralde o a la víctima.
La causa judicial y la herida fatal
Por orden de la fiscal Silvia Jaime, la zona fue preservada hasta la llegada de los equipos de Criminalística, Homicidios y Delitos Complejos. La autopsia preliminar, realizada por la Dra. Aliné Suasnábar, reveló que Gallardo tenía una herida punzante de entre 8 y 9 centímetros en el hemitórax izquierdo, a la altura del cuarto espacio intercostal. También presentaba golpes y cicatrices previas.
Un historial cargado y un entorno familiar devastado
Gallardo, apodado “el Negro”, acumulaba más de 14 causas penales por robos, hurtos y arrebatos. Según fuentes judiciales, ya había pedidos de detención anteriores.
Su hermano, Gastón, admitió en declaraciones televisivas que Leonardo tenía un largo historial de consumo problemático desde la infancia:
“Consumía desde niño. Estuvo internado dos meses, pero nunca pudo dejarlo. No trabajaba, cobraba un plan”, expresó.
La madre de la víctima también reveló la difícil situación familiar. Dijo que fue avisada por uno de los amigos de su hijo y corrió al lugar:
“Le tapé la herida con una remera. Le gritaba ‘Negro, Negro’, pero no reaccionaba. Pensé que estaba dormido. Hacía días que no dormía por el consumo”, contó entre lágrimas. También relató que otra de sus hijas sufre problemas similares y que sostiene a la familia vendiendo comida.
¿Legítima defensa o exceso de fuerza?
Mientras Alurralde continúa detenido, la Fiscalía no lo ha imputado formalmente. Se investigan las cámaras de seguridad de la zona y se analiza si el sereno actuó en legítima defensa o si el uso de la fuerza fue excesivo.
Este caso vuelve a poner en evidencia la crisis social en los barrios vulnerables: consumo de drogas, violencia y un Estado que llega tarde, cuando ya es demasiado tarde. La historia de Gallardo es, tristemente, una más en un ciclo que se repite.
