Rocío Guirao Díaz, escultural a los 41: yoga, bikini y una vida de lujo en Miami
A los 41 años, Rocío Guirao Díaz sigue deslumbrando con una figura escultural que parece desafiar el paso del tiempo. Lejos de las pasarelas que la consagraron como una de las modelos más bellas de Argentina, hoy vive una vida completamente distinta.
Radicada en Miami desde hace cinco años junto a su esposo, el empresario Nicolás Paladini, y sus tres hijos, Aitana (16), Indio (14) y Roma (8), Rocío Guirao Díaz ha encontrado un nuevo equilibrio entre el bienestar físico, la maternidad y el disfrute personal.
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, Rocío se mostró en la playa con un bikini negro diminuto, jugando en la arena y disfrutando del sol junto a su familia. Las imágenes no solo captaron su silueta impecable, sino también su energía vital y su conexión con los suyos.
La escena, lejos de ser una producción de moda, refleja una mujer que se siente cómoda en su piel, que se divierte y que ha aprendido a vivir con plenitud. Su belleza sigue intacta, pero lo que más llama la atención es su actitud: relajada, auténtica y cercana.
Rocío no busca impresionar, sino compartir momentos reales, y eso la convierte en una figura aún más inspiradora. Hace tiempo que la modelo dejó atrás el mundo del modelaje profesional. En Miami, encontró una nueva vocación: el yoga y el fitness.
Se formó como instructora, da clases en la playa y lanzó una aplicación de bienestar junto a su amiga y personal trainer Caro Suki. “En el yoga encontré la cura a todos mis errores”, confesó en una entrevista, destacando cómo esta práctica la ayudó a superar dolores físicos, ansiedad y a reconectar con su cuerpo y sus emociones.
Realidad
Además de entrenar, medita cada mañana y promueve hábitos saludables desde su hogar. “Soy súper activa y me encanta moverme. Es mi combo perfecto”, dijo, y agregó que también está desarrollando una línea de ropa de yoga y mallas deportivas.
Rocío Guirao Díaz no solo se dedica al bienestar físico, sino también a la crianza consciente. En una entrevista con ¡HOLA! Argentina, explicó su filosofía como madre: “Trato de criar desde un lugar abierto y sincero, soy cero moralista. En casa se puede hablar de todo. Incluso si están con amigos, me doy cuenta de que la charla no cambia si aparezco, eso me encanta”.
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