Robin Westman, la mujer trans que asesinó a dos nenes en una escuela católica

Brutal tiroteo en una escuela católica de Minneapolis: 2 muertos y 17 heridos

La ciudad de Minneapolis quedó conmocionada tras un tiroteo en la Escuela Católica de la Anunciación, donde murieron dos niños y otras 17 personas resultaron heridas.

El FBI identificó a la atacante como Robin Westman, una mujer transgénero de 23 años que abrió fuego durante una misa matutina antes de quitarse la vida.


Un pasado ligado a la escuela y un cambio de identidad

Westman no era una desconocida para la comunidad educativa: se había graduado en la institución en 2017 y trabajó allí entre 2016 y 2021.

En 2019, su madre solicitó el cambio legal de nombre de Robert Paul Westman a Robin M. Westman, trámite aprobado en enero de 2020. Según la resolución judicial, Robin “se identifica como mujer y quiere que su nombre refleje esa identificación”.

No tenía antecedentes penales, salvo algunas multas de tránsito registradas en 2021.


El ataque: armas, videos y un manifiesto perturbador

Según el jefe de la policía de Minneapolis, Brian O’Hara, Westman ingresó al templo con un rifle, una escopeta y una pistola, todas compradas recientemente y de manera legal. No hay indicios de que haya actuado con cómplices.

Disparó a través de las ventanas de la iglesia mientras decenas de estudiantes asistían a misa por el inicio de clases. Luego, se quitó la vida en el estacionamiento.

“Dos niños pequeños, de ocho y diez años, murieron donde estaban sentados en los bancos», confirmó O’Hara. Otros 14 alumnos y 3 feligreses de edad avanzada también resultaron heridos.

Previo al ataque, Westman publicó videos en YouTube bajo el nombre “Robin W”, en los que mostraba un cuaderno con mensajes inquietantes, armas y municiones. Las armas llevaban los nombres de seis autores de masacres, entre ellos Adam Lanza, responsable de la tragedia de Sandy Hook en 2012.

En sus escritos, mezclados en inglés, ruso y alfabeto cirílico, confesaba su obsesión por los tiroteos escolares, su autodesprecio y la decisión de suicidarse tras el ataque:

“No lo hago por racismo ni supremacismo blanco. No quiero difundir un mensaje. Lo hago para complacerme a mí misma. Lo hago porque estoy enferma”.


Investigación en curso y comunidad en shock

El director del FBI, Kash Patel, indicó que el hecho se investiga como “terrorismo interno y posibles crímenes de odio contra católicos”. Sin embargo, la policía aclaró que por el momento no hay pruebas suficientes para catalogarlo como crimen de odio.

Las autoridades confirmaron que Westman había diseñado un plano del interior de la iglesia, lo que demuestra la planificación previa del ataque.

Vecinos describieron a la familia de la atacante como “personas muy amables” y aseguraron estar en shock por lo ocurrido. Tras la masacre, el FBI allanó la casa familiar, donde viven los padres de Westman.

“Esto fue un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y personas que rezaban. La pura crueldad y cobardía de disparar en una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”, expresó el jefe O’Hara.


El drama de los tiroteos en Estados Unidos

El ataque en Minneapolis se suma a la larga lista de tiroteos escolares en Estados Unidos, un país donde hay más armas que habitantes.

De acuerdo con el Archivo de Violencia Armada, en lo que va del año ya se registraron 287 tiroteos masivos (con al menos cuatro víctimas). En 2023, la violencia armada dejó más de 16.700 muertos, sin contar suicidios.

Mientras el debate político sobre la regulación de armas continúa estancado, la tragedia golpea nuevamente a los más chicos y deja una herida profunda en la sociedad estadounidense.

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