Se acabó intempestivamente, sin una señal previa. Ese amor furioso, que había brotado en sus corazones, se esfumó como arte de magia. Roberto García Moritán se separó, definitivamente, de su novia Priscila Crivocapich, apenas a los siete meses de iniciar el romance.

Esa decisión repentina encendió las alarmas y motivó a los especialistas en el flujo de información de la farándula a indagar en los motivos. Así aparecieron teorías, principalmente la idea de una incompatibilidad en los deseos, porque supuestamente la modelo deseaba experimentar la maternidad, caso contrario al ex político.

Otra de las versiones refería a un comportamiento extraño del ex de Pampita, por lo que pintaron un panorama como de ambivalencia en el trato, con momentos de amorosidad y otros de irritabilidad. En definitiva la verdad absoluta no emergió a la luz. Hasta ahora.

Resulta que el propio García Moritán salió a contar todo en una charla con A la tarde. En ese diálogo iluminó las razones de la ruptura. “¿Cómo vivís la separación?”, le consultó el cronista Oliver Quiroz. Así, el ex funcionario público porteño admitió: “Tranquilo, era algo que veníamos charlando hace unos días. Así que sin sorpresas”.

ROBERTO GARCÍA MORITÁN CONTÓ TODA LA VERDAD

En cuanto a los dichos de Priscila, que implantó la idea de que Roberto es “un encantador de serpientes”, el mediático bramó: “Me parece rarísimo, no sé qué decirte, no lo escuché de ella”. Y añadió: “Terminamos bien, no es el tipo de mujer que habla mal a las espaldas. Así que me llama la atención”.

Sobre el supuesto anhelo de convertirse en madre, Moritán argumentó: “Es muy íntimo, no hablo de esas cosas”. Y finalmente, Roberto confirmó la clave para la disolución de la pareja: “Las cosas no salieron como pensábamos, nada más”.