Racing superó a Vélez por 1-0 (2-0 en el global) en los cuartos de final de la Copa y se clasificó a las semifinales de la Copa Libertadores después de 28 años.

La “Academia” llega a esta instancia mejor que nunca y no solo por ser superior en esta serie sino por las últimas dos temporadas que viene transitando.

Campeón de la Copa Sudamericana tras 36 años sin gloria internacional ante Cruzeiro, ganador de la Recopa Sudamericana ante Botafogo y dejando en el camino a varios clubes brasileños, el conjunto de Avellaneda parece imbatible en estas competencias.

Llegaba a este encuentro con la ventaja y con la certeza de que de local las cosas iban a tornarse con más paciencia, y así fue. Racing, fiel a su estilo, no se quedó atrás y salió a buscar un encuentro que Vélez nunca encontró cómo revertir.

Tras la expulsión de Lisandro Magallán en el partido de ida, el “Fortín” perdió foco en la serie y Racing supo aprovecharlo al máximo.

Es un equipo que puede tener altibajos en el torneo local, pero cuando llega la competencia internacional se transforma en el rival que nadie quiere enfrentar.

Aunque el partido fue cerrado y Racing desaprovechó varias chances, Vélez no logró desestabilizarlo y, sabiamente, la “Academia” encontró el punto justo para culminar la serie cerca del final con un gol que llegó de la mano de Santiago Solari, tras un primer tiempo donde había dejado mucho que desear.

Racing sigue en pie y ahora espera rival: otro argentino (Estudiantes de La Plata) o una potencia brasileña como Flamengo, que fue de menos a más en la Copa y aspira a llevársela nuevamente.

Pero la “Academia” no teme luchar y, al igual que el año pasado, va por otra hazaña; esta vez, por la Gloria Eterna.