Qué es la dieta paleolítica y por qué cada vez más deportistas la eligen

En los últimos años, uno de los grandes cambios en el alto rendimiento deportivo fue la revolución alimentaria. La nutrición dejó de ser un complemento y pasó a ocupar un rol central en la planificación del deportista de elite. Equipos de médicos, nutricionistas y preparadores físicos diseñan planes personalizados para comer mejor, rendir mejor y prolongar la vida útil del cuerpo competitivo.
Un ejemplo reciente es el de Marcos Llorente, mediocampista del Atlético de Madrid, quien reveló que sigue una alimentación inspirada en la del hombre prehistórico: la dieta paleolítica. “Lo hago por salud, no por el fútbol. Eliminar los ultraprocesados, los cereales, las pastas, el pan, el trigo, el arroz y los lácteos me hace sentir mejor. Como carne, pescado, huevos, verduras y algo de papa o boniato. Lo mantendré incluso cuando me retire”, contó el jugador.
El planteo de Llorente se basa en una idea simple: “comer como el hombre del Neandertal”, es decir, imitar la dieta del ser humano que cazaba y recolectaba, pero aún no cultivaba. No es nuevo. Se habla de la alimentación del hombre de la Edad de Piedra desde la década del 70. A comienzos de los 2000 tuvo un boom con libros y seguidores, y todavía hoy muchos deportistas la aplican.
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La lógica es clara: carnes, frutas y verduras, sin cereales ni productos industrializados. El resultado más inmediato es la eliminación total de los ultraprocesados, lo que mejora el metabolismo, baja el colesterol, estabiliza el azúcar y reduce la inflamación.
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Vale destacar que en el deportista de elite la paleodieta tiene un límite. Al restringir los carbohidratos, falta energía para sostener el esfuerzo físico intenso. Por eso Llorente incorpora excepciones, como la papa o la batata, que son fuentes naturales de hidratos. Para un jugador profesional, los carbohidratos son el “combustible” del cuerpo, lo que permite mantener la intensidad en los entrenamientos y la competencia.
Por eso, mientras que para una persona sedentaria o con colesterol alto puede ser una gran alternativa, para un atleta requiere supervisión constante. Llorente puede hacerlo porque tiene detrás un equipo médico y nutricional que controla cada parámetro. Pero no es una dieta que se pueda copiar sin acompañamiento.
En todo caso, el principio de fondo sí es aplicable a cualquiera: reducir azúcares, harinas y procesados, e incorporar más alimentos naturales. A largo plazo, mantener un cuerpo magro y con bajo tejido adiposo ayuda a extender la vida deportiva.
