Putin sigue provocando a Europa: cazas rusos violaron el espacio aéreo de Estonia durante 12 minutos
Tres cazas MIG-31 de la Fuerza Aérea de Rusia ingresaron este viernes sin autorización al espacio aéreo de Estonia y permanecieron cerca de doce minutos sobre la isla de Vaindloo, en el golfo de Finlandia. El episodio, según informó AFP, obligó a la OTAN a desplegar aviones F-35 de la Fuerza Aérea italiana, estacionados en la base aérea de Ämari, que interceptaron a las aeronaves rusas y las escoltaron hasta que abandonaron el área.
Según el Ministerio de Defensa estonio, los aviones rusos no tenían planes de vuelo, mantenían los transpondedores apagados y no establecieron comunicación con los servicios de tráfico aéreo. “Es un acto inaceptable y sin precedentes por el número de aeronaves implicadas”, afirmó el canciller Margus Tsahkna, quien anunció la convocatoria inmediata del encargado de negocios ruso en Tallín para entregarle una nota de protesta.

La OTAN confirmó que respondió “inmediatamente” y calificó el episodio como una nueva muestra del “comportamiento temerario de Rusia”. La vocera de la alianza, Allison Hart, sostuvo que el incidente demuestra la capacidad de reacción de las fuerzas aliadas en el flanco Este.
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Estonia invoca el Artículo 4 de la OTAN
Ante la gravedad del caso, el primer ministro Kristen Michal anunció que Estonia invocó el Artículo 4 del Tratado de la Alianza Atlántica, que habilita consultas urgentes entre los países miembros cuando se ve amenazada la seguridad de alguno de ellos. Una fuente en Bruselas confirmó que la reunión podría celebrarse a comienzos de la próxima semana.
Se trata de la cuarta violación del espacio aéreo estonio por parte de Rusia en lo que va de 2025 —las anteriores ocurrieron el 13 de mayo, el 22 de junio y el 7 de septiembre—, pero la primera que involucra a tres aeronaves de combate al mismo tiempo. Desde agosto, la vigilancia del espacio aéreo báltico está a cargo de la Fuerza Aérea italiana, en el marco de la misión de Policía Aérea del Báltico de la OTAN.
Reacciones en la Unión Europea
La respuesta política en Bruselas fue inmediata. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó en la red social X que “Europa apoya a Estonia” y advirtió que “responderá con determinación a cada provocación de Rusia”. Además, pidió aprobar sin demoras el decimonoveno paquete de sanciones contra Moscú, que incluye la prohibición de importar gas natural licuado a partir de 2027.

La Alta Representante para la Política Exterior de la UE, la estonia Kaja Kallas, calificó la incursión como una “provocación extremadamente peligrosa” y acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de “poner a prueba la determinación de Occidente”. “Este tipo de actos no pueden tolerarse y deben enfrentarse con un rápido incremento de la presión política y económica”, sostuvo.
El Kremlin niega la acusación
El Ministerio de Defensa de Rusia rechazó la denuncia y aseguró que los MIG-31 realizaban un “vuelo programado en estricta conformidad con las regulaciones internacionales”. En un comunicado, señaló que los aviones sobrevolaban “aguas neutrales del mar Báltico” y “no violaron las fronteras de otros Estados”.
Polonia interceptó cazas rusos tras una incursión en una plataforma clave del Mar Báltico
La explicación fue descartada por Tallín, que subrayó que los radares estonios registraron la incursión de las aeronaves dentro de su espacio aéreo durante casi doce minutos, hasta que fueron interceptadas por los F-35 aliados.
El episodio se produce en un contexto de creciente tensión entre Moscú y la OTAN. Apenas diez días atrás, Polonia denunció la incursión de una veintena de drones rusos en su espacio aéreo, lo que obligó a la alianza a derribarlos por primera vez en territorio aliado. En paralelo, Rumania reportó la entrada de un dron ruso en su espacio aéreo el pasado 13 de septiembre.
El viernes, Polonia también detectó dos cazas rusos sobrevolando a baja altura una plataforma petrolera en el mar Báltico, en lo que calificó como un “acto provocador”. La guardia costera polaca advirtió que los aviones violaron la zona de seguridad de la instalación y que los servicios de seguridad supervisan la situación de manera permanente.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que estas acciones no son accidentes, sino parte de “una campaña sistemática de Rusia contra Europa, contra la OTAN y contra Occidente”. El mandatario volvió a pedir una respuesta “contundente” de sus aliados.
Washington también reaccionó
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, repudió lo sucedido y lo definió como “un gran problema”. “No me gusta cuando eso pasa. Podría convertirse en un gran problema”, declaró a la prensa en la Casa Blanca, aunque señaló que espera un informe detallado antes de fijar una posición definitiva.
El mandatario norteamericano ya había expresado el jueves su “decepción” con Putin por la continuidad de la guerra en Ucrania. Durante su visita al Reino Unido, insistió en que los países europeos deben dejar de comprar petróleo ruso para forzar al Kremlin a retroceder.
Las repetidas incursiones aéreas y el despliegue de drones sobre Polonia y Rumania son interpretadas por Estonia y sus socios europeos como una estrategia deliberada de Rusia para testear la capacidad de reacción de la OTAN. “Putin está poniendo a prueba la determinación de Occidente”, resumió Kallas, mientras Von der Leyen prometió que Europa “no mostrará debilidad”.
Desde Tallín, el canciller Tsahkna advirtió que “la seguridad de la región báltica no es un tema secundario, sino el frente más vulnerable de la alianza”. Para Estonia, la invocación del Artículo 4 es un paso clave para elevar la presión diplomática y consolidar la presencia de la OTAN en su territorio.
DCQ