Prostitución digital: la recesión le pone precio al sexo de miles de jóvenes



Luego del triple femicidio de Florencio Varela, además de evidenciarse el avance del narcotráfico y la persistencia de la violencia machista, quedó expuesta otra problemática: el crecimiento de la prostitución y otros servicios eróticos vinculados con apps.

Lara, una de las víctimas, con tan solo 15 años, se defendió en una nota televisiva del enojo de vecinos de Flores, diciendo que ella no ejercía la prostitución en la calle, sino que coordinaba los encuentros con sus clientes “a través de una página, que no voy a nombrar”.

Estas “páginas” son aplicaciones como OnlyFans, Fansly y otras. Mientras en barrios populares los jóvenes se convierten en soldaditos de narcos, entre mujeres jóvenes de clase media trabajadora crece la opción de vender contenido erótico y, en algunos casos, encuentros sexuales a través de estas plataformas.

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La tendencia es global. OnlyFans se ha consolidado como una de las plataformas más populares a nivel mundial y cuenta con más de 4,6 millones de creadoras de contenido y más de 300 millones de usuarios.

El modelo funciona como cualquier contenido on demand: se sube contenido (videos, fotos), se les vende a los clientes y se cobra. La plataforma retiene el 20% de lo generado y la creadora recibe el 80%.

Además, todas estas plataformas brindan experiencias interactivas. Es decir, hay videollamadas en las que los clientes les piden a las “creadoras de contenido” que cumplan sus fantasías mientras ellos se masturban.

Las ganancias de chicas argentinas en estas apps son muy variables. Diferentes notas señalan un promedio cercano a 180 dólares mensuales. La variabilidad depende de la promoción, la constancia y el número de suscriptores.

En diálogo con PERFIL, una mujer de 34 años que se definió como “trabajadora sexual digital”, contó: “Yo puedo generar un poco más de 200 dólares por semana. Pero hay chicas que llegan mucho más lejos: algunas se hicieron la casa o se compraron un auto. Conozco pibas que están ganando 5 mil o 6 mil dólares semanales, aunque no es lo común, son pocas. Todo depende mucho del algoritmo de la app. A veces te favorece y explotás, y otras veces no te acompaña para nada. Hay chicas que tienen un algoritmo de lujo”.

Aunque algunas usuarias declaran hacerlo por decisión personal y no por necesidad económica, la tendencia general muestra un aumento del uso de estas apps conforme descienden las condiciones de vida.

Entre 2019 y 2021, el número de creadores de OnlyFans pasó de 450 mil a 1,5 millones, un crecimiento de más del 300% durante la pandemia. The Guardian relaciona esta expansión con la falta de empleo derivada de la caída económica por las medidas de aislamiento.

Jóvenes sin relaciones. Mientras el consumo de contenido erótico digital crece, la vida sexual presencial de los jóvenes atraviesa un declive documentado en varios países, incluida Argentina.

Jean Twenge, psicóloga de la Universidad de San Diego, indica que uno de cada cuatro estadounidenses de 18 a 29 años no ha tenido relaciones sexuales en el último año. En Francia, el 25% de los jóvenes de ese rango etario tampoco tuvo sexo en 12 meses.

El British Medical Journal, por su parte, señala que solo cuatro de cada diez británicos de 16 a 44 años tienen sexo semanalmente, y en Japón el 43% de los jóvenes de 18 a 34 años es virgen. En Argentina, la sexóloga Cecilia Ce afirma que “hay menos sexo y más soledad”.

Estos cambios se explican por factores como la dificultad para independizarse, el aumento de horas de trabajo y el estrés.

La falta de autonomía económica impacta en la autoestima y en las habilidades sociales, especialmente en los principales consumidores de estas apps: hombres jóvenes que buscan compañía emocional digital. El portal Rest of World indica que gran parte de la demanda proviene de varones jóvenes que prefieren la interacción mediada por pantalla, controlada y sin riesgo de rechazo.

Además, hay quienes agregan que la digitalización de las relaciones humanas hace que haya jóvenes que tengan menos aptitudes sociales para encontrar parejas sexoafectivas de manera presencial.

Por otro lado, frente a la presión económica, algunas usuarias pueden pasar del contenido digital a encuentros presenciales.

En Argentina, la psicóloga Mónica Santino advierte que “la frontera entre erotismo digital y prostitución directa se vuelve borrosa cuando la necesidad económica aprieta”, y que hay mujeres jóvenes que comienzan como creadoras de contenido y terminan estableciendo vínculos de dependencia con clientes.

Las chicas que venden contenido o videollamadas eróticas tienen un término para definir a estos clientes que buscan forzar encuentros sexuales presenciales ofreciendo mayores sumas de dinero: las ballenas.

Este término viene de las finanzas y refiere a que son grandes clientes, que tienen mucho más dinero.

En el fondo, la crisis termina poniendo el precio de la sexualidad de miles de jóvenes.

De la digitalidad a la prostitución lisa y llana, que como siempre pone en riesgo a las mujeres de los sectores más vulnerables.

Hay miles de jóvenes en estas plataformas y no cuentan con ningún tipo de seguridad.

Mientras tanto, la recesión y las transformaciones en las tecnologías de la comunicación siguen engrosando las filas de las “creadoras de contenidos” y de los consumidores de prostitución digital.

Los números del fenómeno social

◆ Solo OnlyFans (OF) tiene más de 300 millones de consumidores y más de 4,6 millones de creadoras de contenido.

◆ En 2024, OF declaró haber generado 7,6 mil millones de dólares.

◆ Estas apps aseguran tener filtros para evitar que menores de edad ofrezcan contenido erótico, pero se evidenció que estos controles se sortean.

◆ Las apps se oponen a la prostitución presencial, pero los chats terminan sirviendo para que los clientes ofrezcan más dinero para encuentros sexuales.





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