Por qué ganó Zohran Mamdani: la nueva estética del populismo progresista que venció a Trump



En el programa «Bienvenidos al tren» de Bravo TV, el conductor Juan di Natale abrió un debate sobre un fenómeno político que está redefiniendo la comunicación electoral: el triunfo de Zohran Mamdani en Nueva York.

Aunque la elección ya es historia, su significado aún resuena. “Queremos entender por qué ganó Mamdani y qué puede aprender de él la política contemporánea”, introdujo Di Natale, antes de dar paso a la invitada especial, Selene López, politóloga especializada en políticas públicas y relaciones internacionales, con trayectoria en campañas en América Latina y Europa.

“Mamdani representa una identidad política emergente, un progresismo cultural fluido, no académico, y un populismo no demagógico”, explicó López. “Es una estética moderna, callejera, multicultural. Una política que traduce, no que sermonea”, afirmó.

La especialista comparó su liderazgo con figuras como Nayib Bukele o Javier Milei, pero subrayó una diferencia esencial: Mamdani no apeló al resentimiento, sino que “reencuadró los problemas comunes en clave de sentido compartido”.

Sus propuestas —transporte público gratuito, congelamiento de alquileres, apoyo a pequeños comercios— fueron presentadas no como banderas ideológicas, sino como soluciones de sentido común.

“El candidato no fue hacia el centro, sino que creó un nuevo centro”, resumió López. “Movilizó emociones, identidades y experiencias reales. Los temas materiales se volvieron sentido común”, agregó.

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La estrategia también se reflejó en su comunicación digital. En TikTok y redes, Mamdani abandonó la escenografía solemne de los políticos tradicionales. En lugar de hablar desde un escritorio, lo hacía desde la calle, los colectivos o la playa, mostrando cercanía y autenticidad.

“En un mundo donde los algoritmos penalizan lo perfecto, su campaña apostó por lo espontáneo, por mostrarse humano”, sumó López.

Otro rasgo clave fue su estética política: Mamdani combinó trajes elegantes con una narrativa juvenil y comunitaria, equilibrando seriedad y frescura. Según López, fue una forma de compensar su juventud (tiene 35 años) y transmitir experiencia sin perder cercanía.

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Finalmente, López destacó que la campaña evitó caer en las llamadas “batallas culturales” —inmigración, género, Israel— que suelen dividir al electorado estadounidense.

“Mamdani enfocó el debate en la vida cotidiana: vivienda, transporte, salarios. Temas que tocan el bolsillo y la rutina de la gente. En Nueva York fue percibido como alguien pragmático, no como un ideólogo”, cerró la politóloga.

LB





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