Caroline Aristides Nicolichi, empresaria e influencer brasileña de 26 años, se volvió viral en redes sociales tras revelar que no pudo modificar el nombre de su cuarta hija, registrada como Ariel, en referencia al personaje de La Sirenita.

El nacimiento de la niña fue el 6 de agosto en São Paulo, y ese mismo día Caroline compartió con entusiasmo: “Es oficial, nació Ariel y nuestro mundo está completo ahora”. Al día siguiente, la bebé quedó oficialmente registrada con ese nombre.

Sin embargo, pocos días después, los padres se arrepintieron. Médicos y enfermeros comenzaron a referirse a la niña en masculino, lo que generó incomodidad y el temor de que en el futuro pudiera ser víctima de bullying. Por eso intentaron cambiar el nombre por el de otra princesa de Disney: Bella.

El 18 de agosto iniciaron el trámite en el Registro Civil de Jardim Paulista. Pagaron la tasa correspondiente y les aseguraron que en cinco días podrían retirar la nueva partida. Pero el 25, cuando regresaron, se encontraron con la negativa: el simple arrepentimiento no era motivo suficiente para modificar la inscripción.

La situación derivó en un fuerte cruce entre la madre y la funcionaria a cargo. Caroline denunció que la oficial se alteró, gritó y la amenazó asegurando tener “amigos jueces” que podrían “arruinarles la vida”. Ante esto, la influencer llamó a la policía y denunció que el estrés afectó su salud y la lactancia.

Desde el Registro Civil rechazaron las acusaciones y afirmaron que todo se ajustó a la normativa vigente. La Ley 6015/73 establece que un cambio solo es posible dentro de los primeros quince días si hubo errores de escritura o si uno de los padres no participó de la elección. En este caso, ambos dieron su consentimiento, por lo que la única vía que queda es la judicial.

Fuente: TN