Playoffs: cómo se preparan los equipos para soportar la exigencia de jugar “finales” cada semana



En el fútbol argentino cuando llega el tramo final de los torneos, la dinámica se transforma: cada partido se vive como una final. Es una carga emocional y física constante, una sucesión de finales.

A diferencia de otros deportes con temporadas regulares más largas, el fútbol concentra su máxima exigencia en pocas semanas decisivas. Por eso, los entrenadores ajustan al detalle la planificación: No se entrena fuerte en un momento de playoffs, porque el propio partido ya representa una carga extra.

En este tipo de instancias, el desafío es manejar el desgaste total del plantel. Las lesiones, el cansancio y la presión psicológica aumentan. Por eso, el trabajo del cuerpo técnico pasa por administrar la intensidad de los entrenamientos, rotar jugadores y tener a todos listos para responder cuando se los necesita.

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Un ejemplo claro se dio en la reciente final entre Argentinos Juniors e Independiente Rivadavia, donde el arquero suplente debió ingresar en plena definición. Si ese jugador no está bien entrenado, te quedás sin opciones.

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En este contexto, la tecnología juega un papel clave. Los GPS permiten medir en tiempo real la “carga total” de cada futbolista, que combina la exigencia de los entrenamientos con la intensidad de los partidos. Hoy el partido está considerado un entrenamiento de máxima intensidad —explicó Sebastián Domínguez—. El GPS sirve para dosificar la carga y evitar lesiones.

Cada minuto en cancha cuenta: los jugadores que disputan los 90 minutos acumulan más desgaste que los que entran en el complemento. Por eso, la planificación busca equilibrar lo que cada uno hace en el campo con el trabajo fuera de él.

Más allá de la ciencia y la táctica, los playoffs también exigen una fartaleza mental difícil de sostener. Todo se desgasta: el cuerpo, la cabeza, las piernas. El secreto está en cómo manejar ese desgaste.

En definitiva, las fases finales no solo ponen a prueba la calidad futbolística de los equipos, sino su capacidad de resistir la presión, adaptarse y mantenerse frescos. En esa delgada línea entre la fatiga y la gloria se define, muchas veces, quién termina levantando el trofeo.





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