Nuevas acusaciones de Virginia Giuffre en su autobiografía póstuma hunden aún más la reputación del príncipe Andrés
La historia de Virginia Giuffre, una de las denunciantes más destacadas de Jeffrey Epstein, continúa acechando al príncipe Andrés, Duque de York. La publicación póstuma de su autobiografía, «Nobody’s Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice» (La chica de nadie: Una memoria de sobrevivir al abuso y luchar por la justicia), reaviva el ya devastador escándalo de agresión sexual que obligó al hijo de la fallecida reina Isabel II a retirarse de la vida pública y renunciar a sus cargos militares.
El desgarrador contenido del libro póstumo de Virginia Giuffre contra el príncipe Andrés
Extractos del libro, completado con la ayuda de la periodista Amy Wallace antes del fallecimiento de Giuffre, prometen «detalles íntimos, inquietantes y desgarradores» sobre su tiempo con Epstein, Ghislaine Maxwell y sus «muchos amigos conocidos, incluido el príncipe Andrés,» según Alfred A. Knopf, el editor. Giuffre, quien alegó haber sido traficada sexualmente al Duque de York cuando era menor de edad (17 años según la ley de EEUU), habla por primera vez sobre el príncipe desde el acuerdo extrajudicial de 2022.
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Una de las afirmaciones más impactantes que trascendió es que Giuffre recordó que el príncipe Andrés creía que «tener sexo conmigo era un derecho de nacimiento». Esta línea intensificará la indignación pública y la presión sobre el príncipe, quien ha negado «rotundamente» las acusaciones.
Andrés está en el centro de un torbellino mediático y legal desde que Giuffre hizo públicas sus afirmaciones en 2014. Ella alegó que fue traficada a él por Epstein y Maxwell para tener encuentros sexuales a principios de la década de 2000.
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El príncipe se vio obligado a renunciar a sus funciones reales en 2019 tras una desastrosa entrevista con BBC Newsnight en la que defendió su amistad con el convicto pedófilo Jeffrey Epstein y cuestionó la veracidad del relato de Giuffre.
En agosto de 2021, Giuffre presentó una demanda civil contra el príncipe Andrés en un tribunal federal de EEUU por agresión sexual e infligir intencionalmente angustia emocional. Para evitar un juicio público en EEUU, que habría implicado su declaración bajo juramento y un escrutinio legal y mediático sin precedentes para la Familia Real, el duque llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre en febrero de 2022.
Aunque la suma no fue revelada, se informó ampliamente que el príncipe pagaría una suma multimillonaria a Giuffre y haría una donación a una organización benéfica de apoyo a las víctimas de la trata.
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El acuerdo, si bien detuvo el proceso legal, no conllevó una admisión de culpabilidad por parte del Duque, pero sí se comprometió a mostrar su «arrepentimiento» por su asociación con Epstein y a «apoyar la lucha contra la trata sexual.» Antes de esto, la reina Isabel II -fallecida en 2022- lo había despojado de sus títulos militares y patrocinios reales, un movimiento que los comentaristas reales sugirieron que «para siempre» lo dejaría marcado
Las memorias de Virginia Giuffre se publicarán meses después de su suicidio
Las nuevas acusaciones llegan en un contexto de profunda tristeza. Virginia Giuffre falleció por suicidio a la edad de 41 años en su granja en Australia Occidental el 24 de abril de 2025. Su familia emitió una declaración a los medios británicos confirmando que Giuffre, una «guerrera feroz en la lucha contra el abuso sexual,» se había quitado la vida, explicando que el «costo del abuso es tan pesado que se volvió insoportable».
Giuffre había expresado su deseo «sincero» de que la memoria se publicara «independientemente» de sus circunstancias, creyendo que el contenido era «crucial» para arrojar luz sobre las «fallas sistémicas que permiten la trata de personas vulnerables».
La publicación de estas nuevas y explosivas afirmaciones asesta un golpe adicional, y potencialmente definitivo, a la ya maltrecha imagen pública del príncipe Andrés:
1) Reapertura de la herida: el acuerdo extrajudicial de 2022 estaba destinado a cerrar el capítulo legal. La autobiografía reabre la herida públicamente, trayendo las acusaciones más detalladas y gráficas de Giuffre directamente a las manos de los lectores.
2) Obstáculo para el regreso: cualquier esperanza, por mínima que fuera, de que el príncipe pudiera algún día regresar a la vida pública real o militar parece haber quedado completamente desvanecida. Las afirmaciones, provenientes directamente de la denunciante fallecida y resonando con la indignación pública, cimentarán su estatus como un “paria” real.
3) Presión sobre la monarquía: aunque el rey Carlos III y la Familia Real han buscado distanciarse de los problemas del duque, el flujo constante de malas noticias relacionado con Andrés, especialmente ahora que la publicación es póstuma y percibida con mayor seriedad y simpatía por Giuffre, ejerce una presión continua sobre la institución.
LV / EM