Nicolás Maduro desafió a EE.UU. en un acto, mientras negocia irse del país si su familia obtiene amnistía
Nicolás Maduro volvió a captar la atención internacional este jueves en un acto oficial por el 166° aniversario de la Batalla de Santa Inés en Caracas, donde lanzó una dura advertencia contra Estados Unidos.
El clima del evento, que contó con la presencia de seguidores oficialistas y altos funcionarios del régimen, comenzó con un tono combativo. Maduro instó a campesinos, pescadores y miembros de las milicias a “prepararse para defender esta tierra sagrada contra cualquier agresión imperial”.
En ese contexto, aseguró que el país debería estar listo para “partirle los dientes al imperio norteamericano” si Washington decidiera emprender una intervención militar, en referencia al despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe que Caracas califica de “amenaza”.
La retórica se vuelve relevante en medio de la presión que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha venido ejerciendo sobre el líder chavista. Según fuentes diplomáticas citadas por Reuters, el dictador sostuvo conversaciones con Trump en las que habría expresado su disposición a retirarse de Venezuela siempre que él y sus allegados obtengan amnistía y se archiven casos legales en su contra.
Ese ofrecimiento también incluiría la exención de sanciones —un punto clave en la creciente tensión diplomática entre ambos países.
🚨🚨 URGENTE | Nicolas Maduro acepta retirarse de Venezuela si le ofrecen amnistía a toda su familia informa Reuters.
Bielorrusia se ha ofrecido a recibirlo. pic.twitter.com/Ut34zSEEHM
— Nexofin (@Nexofin) December 11, 2025
En paralelo con esas gestiones, Rusia y Bielorrusia parecen posicionarse como posibles aliados o destinos diplomáticos para el dirigente venezolano. El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, se reunió al menos en dos ocasiones con el embajador de Venezuela para coordinar aspectos de la relación bilateral, y en esos encuentros se ha subrayado que el jefe del régimen “siempre es bienvenido” en Minsk, en medio de gestiones que podrían contemplar su llegada si decide abandonar el poder.
El acto oficialista coincidió con la entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo a la opositora venezolana María Corina Machado, quien logró llegar a Noruega tras casi un año de clandestinidad en su país. Su ausencia en Caracas marcó un fuerte contraste con la movilización chavista, que buscó mostrar unidad frente a lo que describen como presiones externas.
Entre advertencia y advertencia, Maduro sorprendió a todos cuando, de pronto, entonó “Don’t worry, be happy”, el clásico de Bobby McFerrin que se ha convertido en símbolo de optimismo pop. El giro musical, ajeno a la dureza de su discurso anterior, generó desconcierto en muchos asistentes, pero también fue captado rápidamente por cámaras y difundido en redes sociales.
“Nicolás Maduro” es tendencia porque en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos apareció cantando “Dont Worry, Be Happy” pic.twitter.com/KFxwSmlVRG
— ¿Por qué es tendencia? (@estendenciavzl) December 11, 2025
La escena sirvió también para relajar momentáneamente la tensión en el acto, donde los seguidores del chavismo aplaudieron e incluso corearon la letra junto al presidente. Entre cánticos y consignas, el mandatario cerró su intervención con un llamado a la “unidad nacional” y a mantener la “soberanía ante cualquier intento de intervención extranjera”.
