Negociaciones con Gran Bretaña por armas: el Gobierno apuesta a avanzar el levantamiento de la histórica prohibición
El Gobierno argentino reactivó en los últimos meses las conversaciones con el Reino Unido con el objetivo de avanzar en el levantamiento del embargo que impide la compra de armas, armamento y sistemas militares con componentes británicos. Según Infobae, la iniciativa, impulsada desde la Casa Rosada para recuperar capacidades militares y reposicionar al país en el escenario estratégico regional, se complementa con la intención del presidente Javier Milei de realizar una visita oficial a Londres entre abril y mayo de 2026. En este contexto, la discusión también involucra la relación con Gran Bretaña y el eventual fin de una histórica prohibición derivada de la posguerra.
El medio de comunicación destacó que la existencia del viaje fue mencionada por The Telegraph y luego confirmada por voceros oficiales. Milei busca mantener encuentros tanto con el primer ministro Keir Starmer como con referentes de la oposición, entre ellos Nigel Farage. Desde el Gobierno remarcan que el acercamiento con Londres no altera el reclamo histórico por Malvinas y que la estrategia apunta a reforzar los vínculos diplomáticos y comerciales para habilitar un diálogo más amplio.
Sin embargo, según una nota de La Nación, el gobierno británico negó que existan negociaciones “específicas” orientadas a flexibilizar el embargo. Mediante un comunicado, Londres reiteró que mantiene su política de rechazar licencias de exportación con potencial militar para Argentina, aunque expresó voluntad de profundizar la cooperación bilateral en áreas como comercio, ciencia y cultura. La diferencia de posturas revela que, pese al impulso político local, cualquier avance dependerá de la agenda y los tiempos del Reino Unido.
Las gestiones argentinas comenzaron a tomar forma en febrero de 2024, cuando el Ministerio de Defensa evaluó la necesidad de recomponer capacidades tras años de limitaciones. La prohibición británica, vigente desde la posguerra de 1982, condiciona la adquisición de sistemas militares a nivel global, dado que muchos modelos incorporan tecnología del Reino Unido. Por eso, la reciente compra de aviones F-16 fue posible únicamente por tratarse de equipamiento de fabricación totalmente estadounidense y no involucrar armas sujetas a restricciones de equipamiento bélico británico.
En el oficialismo sostienen que el embargo terminó favoreciendo a países vecinos, como Brasil y Chile, que sí accedieron a aeronaves con componentes británicos. En medio de este escenario, distintas áreas de Defensa y la Cancillería reactivaron canales de diálogo, proceso que cobró mayor fluidez tras la llegada de Pablo Quirno. Aun así, especialistas advierten que el margen de negociación depende de las prioridades británicas en el Atlántico Sur, mientras la Argentina intenta revertir una restricción que condiciona desde hace más de cuatro décadas su política de defensa y limita la incorporación de nuevas armas.
