Nati Jota reveló el calvario que vive por no cuidarse de la cirugía en sus ojos


Los anteojos fueron parte del sello característico e inconfundible de Nati Jota durante años. La definían, en cierto punto la diferenciaban y hablaban de su identidad, y hasta la resguardaban. Por eso, cuando decidió operarse la vista para corregir su miopía y astigmatismo, se abrió un nuevo capítulo de su vida. Uno más íntimo, que pocas veces se ve tan expuesto, con confesiones y contradicciones.

La cirugía llegó después de mucho pensarlo, aunque el verdadero desafío apareció después. Nati contó cada etapa de su recuperación, mezclando mucho humor, sincericidio y permitiendo mostrarse vulnerable. Fue entonces cuando reveló la presión estética que la persigue en las redes sociales, entre los likes y varios comentarios.

“No debí haber hecho eso, me delineé. Todavía mi oculista no me había permitido, pero no aguanté la presión social y sus críticas y sus comentarios pasivo-agresivos, diciendo ‘Nati, te rebanco, te requiero mal, te aconsejo que te delinees, te va a quedar mejor, te hace los ojos muy chiquitos’”, reconoció Nati en sus historias. Sabía que no debía maquillarse, pero lo hizo igual. Y enseguida se preguntó: “No me delineaba porque no podía y hoy tampoco puedo sin embargo lo hice ¿por qué?”.

La respuesta llegó sola: “Porque no me banqué el mainstream”. Nati contó que, para bien o para mal, las opiniones ajenas le llegan. Y aunque muchas buscan ayudar, otras terminan golpeando donde más duele. “Ustedes dirán que son un lindo consejo, es un consejo para bien”, comenzó explicando.

NATI JOTA EXPLOTÓ TRAS LAS CRÍTICAS Y COMENTARIOS QUE RECIBIÓ POR OPERARSE LA VISTA

Y luego contó cómo pueden caer estos mensajes según la persona: “Sí, pero cuando no te podés delinear como que entonces te quedás con otra parte del consejo que es ‘así te queda como el or…’ y uno se está amigando con algo nuevo”. Y cerró: “Igual, nada, si quieren seguimos, los comentarios pueden decir igual te delineaste como el or…, no cambian nada, traté de alinearme solo por afuera”.

Cabe recordar que hace unos días la propia Nati contó cómo fue la cirugía. “La operación (la que me hice yo, entiendo que hay otras) fue para corregir mi miopía y astigmatismo. Después de un tiempo sin aumentar la graduación, se considera operable. Te anestesian mucho los ojos con gotas. Sentís los párpados muy pesados”, describió.

Luego mencionó un paso a paso dentro del quirófano: “Al toque entrás, te acostás en la camilla boca arriba, entrás para que te quede por encima de la cara la maquinola. Te tapan un ojo. Al otro lo ubican bien y te dicen todo el tiempo: ‘Mirá la luz verde.’ Hay unas rojas al costado que me daban fobia, el pensamiento intrusivo de moverme hacia ellas no dejaba de aparecer”.

“El doctor, en mi caso, me iba diciendo a la perfección todo lo que iba viendo y eso me daba mucha tranquilidad. Vos ves todo, pero no sentís nada. Y ves ‘todo’, ni siquiera es todo. No entendés bien qué están haciendo. Solo ves algo que pasa, luces, ruido, más borroso, menos borroso”, siguió detallando Nati sobre lo que le iban diciendo los profesionales.

“Abren la tapita del ojo, la cortan, le dejan una puntita ‘pegada’ y la mueven. Dicho así da impresión, pero la verdad es que no ves ni te das cuenta. Ahí actúa el láser, posta cinco segundos, y vuelven a cerrar la tapita. Fin del toque. Todo eso dura, literal, dos minutos”, agregó Jota. Y dijo haber grabado la cirugía: “Tengo un video de todo el proceso en uno de los ojos y dura dos minutos. No lo subo porque puede dar impresión al pedo, y porque tengo miedo de que Instagram me denuncie”.

Hoy, sin anteojos por primera vez en mucho tiempo, Nati está en pleno proceso de reconciliarse con su nueva imagen. En medio de todo esto, deberá combatir contra las miradas ajenas que la afectan, además de entender y poner por encima de todo las indicaciones médicas para no tener problemas. Un cambio que, lejos de ser algo solo superficial, esconde mucho de fondo.

 



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