Mis pensamientos | Perfil



Tener ideas no es lo mismo que sostenerse en un pensamiento. La idea es brillante, se impone en la oscuridad, crece como una pompa de jabón, por lo general explota salpicándonos con sus gotículas. Las ideas son como pedos de la mente. Los estilos de pensamiento permiten que una idea aparezca como una flor rara o como un cáncer repentino.

Por supuesto, las ideas tienen su vida propia y que desaparezcan en un momento histórico no significa que no puedan volver a seducirnos. Y, al revés, una idea triunfante, de pronto puede tropezar y convertirse en humo, en polvo, en nada.

El pensamiento es más aburrido, pero más sólido. Esa solidez puede ser a veces engañosa, como la de un ladrillo mal cocido. Pero el pensamiento no flota en el aire, sino que se desliza como el caracol, con su baba que marca un andar.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Siempre hay que ser capaz de determinar qué pensamiento es capaz de generar qué ideas o, una vez abrazada la idea (¡votemos a la ultraderecha!), en qué pensamiento se la justifica: ¿que está bien que cada uno se salve por su cuenta; que está bien atar el futuro de una comunidad, un país a los vaivenes de la especulación financiera? ¿que está bien desdeñar los poderes republicanos (que es el ámbito en que la ultraderecha tiende al fracaso)? ¿que está bien humillar al diferente? ¿que está bien aceptar sin análisis crítico cualquier gansada que a una le digan, por mero principio de autoridad? ¿que, inferiores como somos, debemos aceptar las condiciones que nos imponen los mamarrachos que ejercen el poder mundial? ¿que la naturaleza es algo para ser meramente explotado? ¿que te podés coger lo que se te de la gana en la privacidad de tu domicilio, pero no andar dando besos en público a quienes no se supone que tengas que besar?

Sí, los pensamientos son como ladrillos (a veces más sólidos, a veces menos), que sirven para hacer puentes, casas, caminos. Si uno usó un ladrillo, sabe que el que viene tiene que encastrar con ese para poder construir algo. Las ideas, en cambio, son autónomas y compiten entre si por la atención. Tengo esta idea. La mía es mejor, sorete. Qué tristeza.





Source link

Compartir