MasterChef Celebrity, la última gran apuesta de Telefe


El regreso de “MasterChef Celebrity” a la pantalla de Telefe no es un mero estreno más, sino la última gran apuesta del canal para recuperar el liderazgo inalcanzable que cedió frente a El Trece. “La Voz Argentina”, en su última edición, conducida por Nico Occhiato, no logra sostener el rating esperado y permite un peligroso acercamiento de sus competidores en esa franja horaria.  

En los pasillos de la emisora se comenta que esta temporada será decisiva, ya que la gestión actual de Telefe necesita demostrar que puede generar un éxito sin depender únicamente de “Gran Hermano”, el tanque que sostuvo la grilla en los últimos años y que en su última edición facturó nada menos que 94 millones de dólares.

La fecha elegida para que se enciendan las hornallas más famosas de la televisión será el martes 14 de octubre, con Wanda Nara nuevamente como conductora, acompañada por el trío de jurados más reconocido de todas las emisiones culinarias de la pantalla chica: Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui.

Masterchef

Para mover el avispero, Telefe apostó fuerte con una campaña publicitaria cuyo guiño irónico al famoso “maní de Icardi”, fue tendencia en redes sociales y generó que se propagara en portales y programas de chimentos. Ese spot de una sesión grupal de terapia comandada por Wanda marcó el terreno de juego, dejando en claro que a la hora tener visibilidad, todo vale.


La expectativa del canal es altísima. En los escritorios de la gerencia se habla de 13 puntos de rating mínimo como objetivo simbólico de éxito. Si el programa se mueve entre 11 y 13 puntos, será aceptable pero si ronda los 10, como actualmente ocurre con “La Voz Argentina”, se considerará un fracaso y se activará el protocolo “adelantar «Gran Hermano»”.

Por debajo de los 10 puntos, rodará alguna cabeza y por sobre los 13, festejarán con bebida francesa. Esto tiene un motivo claro: la inversión es millonaria. El costo mensual del programa, al menos en los primeros meses con todos los participantes activos, ronda los 1,5 millones de dólares, más otros 500 mil dólares en licencias y tarifas de producción, equivalentes al 15 por ciento y al 18 por ciento del presupuesto final. Para que esa estructura se sostenga, es indispensable facturar con tandas publicitarias, PNT y marcas asociadas al universo gastronómico, que acompañen las performances de los participantes. No hay margen para medias tintas: o el rating acompaña o la ecuación económica se desbalancea.

Masterchef

Santos y pecadores

La elección del casting no fue ingenua. Telefe armó un grupo de 24 participantes pensado para generar conversación en todos los frentes. Hay figuras mediáticas tradicionales, personalidades polémicas y jóvenes influencers con enorme alcance digital. Entre ellos: Pablo Lescano, Evangelina Anderson, Alex Pelao, Valentina Cervantes, Luis Ventura, Sofía Martínez, La Joaqui, Diego “Peque” Schwartzman, Momi Giardina, Maxi López, Esteban Mirol, Emilia Attias, Andy Chango, Susana Roccasalvo, Jorge “Roña” Castro, Ian Lucas, Marixa Balli, Eugenia Tobal, Agustín “Cachete” Sierra, Miguel Ángel Rodríguez, «Chino» Leunis, Julia Calvo y Sofía “La Reini” Gonet.

El plan es claro, Ventura (América TV) y Roccasalvo (Canal 9) garantizan minutos en televisión abierta fuera de Telefe en sus respectivos programas; Maxi López, por su historia con Wanda, asegura presencia en portales y revistas, más litigio internacional con Mauro Icardi desde Turquía; y los influencers Ian Lucas (5,3 millones de seguidores en Instagram), Alex Pelao (2,5 M), Momi Giardina (1,6 M) y Sofía Gonet (726 mil) garantizan circulación en redes. La lógica es sencilla y piramidal: los medios tradicionales instalan el programa, las redes amplifican y los motores de búsqueda completan la estrategia de visibilidad.

Emilia Attias

La apuesta digital también es fuerte. Nati J y Grego Rossello estarán al frente del streaming en vivo, con su “react” online para adolescentes y jóvenes que prefieren seguir el programa desde sus dispositivos, comentando y opinando en tiempo real. Es una manera de captar a una audiencia que ya no se sienta frente al televisor, pero sí participa activamente desde las plataformas. Telefe sabe que este tipo de consumo complementario puede empujar el rating lineal y amplificar la conversación en redes, espacio donde las marcas también quieren presencia.

Enemigo íntimo

Una de las grandes cartas del reality es sin duda, Maxi López. No solo por su historia con Wanda Nara, sino porque lleva semanas tomando clases de cocina y perfeccionando técnicas para no quedar expuesto ante el jurado. La tensión personal entre ambos es uno de los ingredientes que Telefe confía en convertir en combustible de rating. En las redes ya se especula con cruces, indirectas y frases picantes que pueden marcar momentos televisivos memorables. Wanda ya prometió que si gana en certamen le devuelve la casa de Santa Bárbara, mientras que si pierde, no puede sacarle nada, “porque ya le saqué todo”, confió en la cuenta oficial de Instagram de “MasterChef Celebrity».

Donato

El jurado, mientras tanto, vuelve con la autoridad de siempre. Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui conforman un tridente consolidado: uno representa la calidez popular, otro la exigencia técnica y el tercero la rigurosidad extrema. A diferencia de otras temporadas, esta vez ellos también forman parte de la estrategia de comunicación: participaron en la campaña previa y en spots donde se mostraron más cercanos a Wanda, quien se posiciona como “la cuarta mosquetera”.

Bomba de tiempo

Sin embargo, no todo es euforia. En Telefe hay preocupación por la exposición de Wanda y el riesgo de que los conflictos personales opaquen al programa. Un enfrentamiento mediático con Maxi López es manejable, pero con Mauro Icardi y la “China” Suárez como enemigos, es otro nivel de “guerra”. Wanda tiene millones de seguidores, pero también una legión de detractores. El hashtag #ApagonAWanda luego de la publicidad del maní se mantuvo varios días como tendencia en redes sociales, y la gerencia del canal ya le pidió moderar su discurso público. Sus asesores trabajan en esa línea, aunque en el canal saben que su carácter impredecible es parte del encanto y del riesgo.

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Para Telefe, “MasterChef Celebrity” es más que un reality de cocina. Es la prueba de fuego de una gestión que necesita mostrar resultados concretos antes de la renovación de autoridades. Si el programa no logra imponerse quedará expuesto un problema estructural, que un canal no puede depender exclusivamente de un reality (“Gran Hermano”) y de un solo conductor (Santiago del Moro) para liderar la televisión argentina. Además de tener figuras que en el último tiempo se volvieron controvertidas como Marley, Lizy Tagliani y Jésica Cirio, quien ya dejó la señal. Y todo esto sin haber encontrado un reemplazo de peso a la ex conductora del noticiero Cristina Pérez.

El regreso de «MasterChef Celebrity» no es solo la vuelta de un formato probado, es una operación integral que combina escándalo, entretenimiento, estrategia digital, rating y dinero. Un juego de alto riesgo en el que Telefe apuesta todas sus fichas para demostrar que todavía puede cocinar un éxito televisivo desde cero. Si lo logra, reforzará su liderazgo. Sino, deberá barajar, replantearse la identidad de la señal y dar de nuevo.

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