Maru Botana rompió el silencio y reveló un drama que arrastra desde hace años. La cocinera denunció públicamente haber sido víctima de una estafa millonaria por parte de una constructora con la que trabajó durante la pandemia, y que, según sus dichos, aún le debe 60 millones de pesos.

En diálogo con Implacables, Maru explicó cómo comenzó todo: “Ya viste, pasaron un par de años y nada. En su momento la peleé un montón. Fue duro porque estaba el hospital en el medio, había ilusiones y hacer una cooperativa para las chicas de Conin. Les prometí que se iba a hacer esa obra y nunca se hizo”.

La cocinera contó que la empresa la contrató durante la pandemia para realizar una publicidad, pero que ella decidió donar su cachet: “Me contrataron para hacer una publicidad de sus construcciones y a cambio, en vez de pedirles plata para mí, pedí que ayudaran a las chicas de Conin que querían armar una cooperativa”.

Sin embargo, el acuerdo nunca se cumplió. Según Botana, que recibe consejos de sus hijos para evitar escándalos, los empresarios le dieron explicaciones vagas: “Me dijeron que se disolvió un socio y después me dejaron en banda. No hubo explicación alguna”. La cocinera confirmó que actualmente está en juicio con la empresa, aunque admitió estar agotada por el conflicto.

“Está todo en manos de abogados. En su momento me puse re mal, re triste. No estoy resignada, soy la persona a la que más le gusta la justicia, odio estas cosas. Pero fue un desgaste total con gente en la que confié plenamente”. Uno de los aspectos más graves del caso es que la empresa usó su imagen sin autorización durante más de dos años.

“Usaron mi imagen en Instagram, en las redes sociales, en avisos. Me alojé con ellos, los llevé a Mendoza, hice todo. Fue muy triste su papel, haber hecho esto conmigo”, lamentó Maru. La constructora involucrada sería Quiet Assistance, que según la cocinera, habría desaparecido del mapa.

“No sé si existen aún, la verdad es que no me interesa más. Di vuelta la página y seguí con mi vida, pero me dolió mucho que usaran mi imagen y se burlaran de la ilusión de las chicas”, sostuvo. Maru también contó que el dinero que se debía destinar a la obra fue desviado: “No hicieron nada, ni siquiera la platea. Llevaron la plata a otra construcción”.

Visiblemente afectada, Botana remarcó que lo más doloroso fue haber defraudado, sin querer, a las personas que confiaban en ella. “Yo no soy vengativa, pero me dolió muchísimo. Era un sueño colectivo, algo que iba a ayudar a las madres del hospital. Fue una desilusión total”.

Aunque el juicio sigue su curso, Maru, que subió un video súper sexy con su hija, no pierde las esperanzas de que la Justicia actúe. “Sigo creyendo en la justicia. No me interesa vengarme, pero quiero que esto sirva para que nadie más pase por lo mismo. Me usaron y eso no se hace”, concluyó.