La vida familiar de Maru Botana volvió a estar en el centro de la escena luego de que, en septiembre, un fuerte rumor asegurara que la reconocida cocinera estaba embarazada… ¡a los 56 años! Como ella nunca salió a negarlo, la versión se instaló con una velocidad inesperada y terminó generando un verdadero revuelo.

Ahora, meses después, Maru decidió hablar del tema y revelar cómo vivieron la situación sus siete hijos puertas adentro. Todo ocurrió en Agarrate Catalina (La Once Diez), donde la chef fue consultada por aquel rumor que explotó sin control.

Fiel a su estilo frontal, no esquivó la pregunta y contó que en su casa no hubo indignación ni enojo: hubo risas. “Mis hijos se mataban de risa de la noticia falsa de que estaba embarazada”, reconoció Maru, dejando en claro que la familia tomó la situación con humor desde el minuto uno.

Sin embargo, también aprovechó para dejar un mensaje muy claro sobre la presión social que existe en torno a los cuerpos y a la imagen, sobre todo cuando se trata de mujeres. “Hay mucho rollo en Argentina con el tema de la imagen y no me gusta meterme en eso. No me importa si opinan de mi cuerpo. Yo entreno mucho y como saludable”.

Maru y su marido, Bernardo Solá, tienen una familia numerosa que siempre se mantuvo unida, incluso en los momentos más dolorosos. El recuerdo de Francisco —su hijo que murió en 2008 a los seis meses por muerte súbita— es un punto vital en la historia familiar, y desde entonces, el clan Botana-Solá se volvió aún más fuerte y conectado emocionalmente.

Conocida por compartir su día a día con transparencia, Maru aprovechó la entrevista para actualizar cómo está cada uno de sus siete hijos, todos con personalidades muy diferentes. Agustín, el mayor, vive en Francia, donde desarrolló su carrera profesional luego de estudiar en el ITBA y realizar un intercambio que lo llevó a instalarse de manera definitiva en Europa.

Lucía, por su parte, eligió un camino completamente distinto: dejó la UBA, se mudó a Hawái y trabaja como empleada doméstica con un sueldo en dólares que sorprendió a muchos. Su espíritu libre y aventurero es algo que Maru destaca con admiración.

Matías, más reservado y de perfil bajísimo, es uno de los grandes sostenes emocionales de sus hermanos menores. Sofía, en cambio, disfruta de la exposición y del mundo del contenido digital. Entre redes, moda y su cercanía con la cocina, encontró un espacio propio donde desarrollar su creatividad.

Los adolescentes de la casa, Santiago y Juan Ignacio, siguen el secundario en el Cardenal Newman y se mantienen muy pegados a su mamá, protagonizando muchos de los videos y fotos familiares que Maru comparte.

Finalmente, Inés, la más pequeña, heredó de lleno la pasión gastronómica: no solo cocina, sino que también acompaña a Maru en sus locales y hasta se anima a atender.

A meses del escándalo mediático, Maru se toma todo con naturalidad. Su familia lo vivió con humor y ella lo transformó en un recordatorio sobre la importancia de no opinar sobre el cuerpo ajeno. Como siempre, Botana demuestra que, más allá del ruido externo, su prioridad sigue siendo la misma: su familia.