Maimará, el tesoro jujeño que hoy es uno de los mejores pueblos del mundo


Ubicado en la Quebrada de Humahuaca, el pueblo de Maimará fue elegido como el mejor pueblo turístico del mundo 2025 en los Best Tourism Villages, ránking organizado por ONU Turismo, tras un proceso de selección en el que participaron más de 270 candidatos de 65 países.

El evento internacional premia a comunidades rurales por su preservación cultural, su entorno natural y su producción sostenible. Además de Maimará, la delegación argentina sumó otras siete localidades, aunque solo Maimará y Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes) se quedaron con el premio mayor.

Maimará, entre los ocho pueblos argentinos seleccionados para los Best Tourism Villages 2025 | Perfil

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Tras conocerse la distinción, Luis Zerpa, secretario de Turismo local, aseguró: “Escuchar el nombre de mi pueblo en una ceremonia internacional es un orgullo que nos llena el alma a todos los que trabajamos por el turismo comunitario”.

Quebrada de Humahuaca

Por qué fue elegido Maimará como el mejor pueblo del mundo

El jurado destacó a Maimará por su identidad cultural, su patrimonio natural y su capacidad para combinar tradición y turismo sin perder la esencia comunitaria. El pueblo, que tiene más de 5.000 habitantes, se encuentra al pie de la Paleta del Pintor, una formación multicolor que es ícono del paisaje jujeño y uno de los puntos más fotografiados del país.

La agricultura, la floricultura y la vitivinicultura de altura son sus principales actividades económicas. A ello se suman sus tradiciones ancestrales ligadas a la Pachamama, que cada año atraen a turistas de todo el mundo durante festividades como el Carnaval, la fiesta de la Pachamama y el Día de Todos los Santos.

Maimara

Cuáles son los principales atractivos de Maimará

Tranquilo, íntimo y rodeado de un paisaje que parece pintado a mano, este destino sigue ganando visitantes que buscan naturaleza, cultura y desconexión en partes iguales.
A pocos minutos se encuentra la Posta de Hornillos, una edificación colonial de inicios del siglo XVIII que funcionó como punto estratégico del Camino Real. Hoy es un museo histórico que repasa episodios de las guerras de la Independencia y de la vida cotidiana de la época.

Las calles de tierra, las casas de adobe y las gallinas que cruzan los caminos forman parte de la postal diaria de Maimará. Para quienes buscan un descanso profundo, el pueblo ofrece caminatas suaves, ferias de artesanías y la posibilidad de conversar con sus habitantes, siempre dispuestos a compartir una historia.

Maimará no es un destino de grandes estructuras ni de actividades vertiginosas. Su encanto reside en lo contrario: es un pueblo donde el tiempo corre más lento, donde la naturaleza es protagonista y donde cada rincón invita a contemplar.

mc/ff





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