Luto en el periodismo: murió a los 35 años una de las comunicadoras más prestigiosas tras luchar contra el cáncer
“Tatiana falleció esta mañana. Siempre estará en nuestros corazones”, expresó su familia en el breve, pero sentido mensaje con el que confirmaron su muerte. El fallecimiento ocurrió apenas un mes después de que la propia Schlossberg revelara que padecía leucemia terminal, diagnóstico que había dado a conocer en un impactante ensayo publicado en The New Yorker.
En ese texto, titulado Una batalla con mi sangre, Tatiana relató con crudeza y sensibilidad el momento en el que los médicos descubrieron la enfermedad, poco después del nacimiento de su hija menor, en mayo de 2024. Según contó, un análisis de sangre realizado tras el parto mostró un nivel anormalmente alto de glóbulos blancos.
“Podría ser algo relacionado con el embarazo… o podría ser leucemia”, le dijo entonces un médico. Hija de Caroline Kennedy —la única hija viva de JFK— y del artista y diseñador Edwin Schlossberg, Tatiana había construido una sólida carrera como periodista ambiental.
EL ENSAYO QUE ESCRIBIÓ TATIANA SCHLOSSBERG:
Escribió para The New York Times sobre ciencia y cambio climático y también fue autora del libro Consumo discreto, una guía que analiza el impacto ambiental de las decisiones cotidianas. En su último ensayo, además de narrar su lucha contra la enfermedad, Schlossberg fue muy crítica con las políticas sanitarias impulsadas por su primo, Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud de Estados Unidos.
Allí cuestionó duramente su postura frente a la investigación médica y las vacunas financiadas por el Estado, lo que generó un fuerte impacto político y mediático. A pesar de llevar una vida sana, hacer ejercicio regularmente y no tener antecedentes graves de salud, la leucemia avanzó de manera agresiva.
A lo largo de los últimos meses, Tatiana se sometió a tratamientos convencionales y experimentales: quimioterapia, inmunoterapia y dos trasplantes de células madre. Incluso recibió un trasplante de su hermana menor, Rose, mientras que su hermano Jack —recientemente lanzado a la política— se afeitó la cabeza en señal de apoyo cuando ella perdió el cabello por el tratamiento.
Tatiana Schlossberg estaba casada con el médico George Moran y era madre de dos hijos pequeños. Su muerte no solo deja un vacío enorme en su familia, sino que vuelve a poner sobre la mesa la idea de la “maldición Kennedy”, una saga marcada por pérdidas tempranas y tragedias que atraviesan generaciones.

