Leticia Brédice habló de su adicción: “Tomé anfetaminas y llegué a pesar 43 kilos”


En un diálogo íntimo con Héctor Maugeri, Leticia Brédice abrió su corazón al hablar de uno de los momentos más difíciles que le tocó atravesar: cuando las anfetaminas se volvieron parte de su vida y transformaron su cuerpo, su ánimo y su forma de enfrentarse al mundo. En +CARAS, la actriz recordó aquel momento con crudeza y honestidad absoluta. “Tomé anfetaminas y la adicción es tremenda. Llegué a pesar 43 kilos”, confesó, evocando un tiempo en el que la exigencia física y el vértigo profesional se mezclaban con decisiones guiadas por el cansancio y la necesidad de rendir siempre un poco más.

Leticia Brédice reveló su adicción: «Tomé anfetaminas, la adicción es tremenda… llegué a pesar 43 kilos»

Leticia Brédice no se esconde al hablar del peligro que atravesó: “Las anfetaminas son muy peligrosas. Recuerdo que le pregunté a una prima, fui a un homeópata, me miró un ojo, el otro… y para la escena de sexo, siempre lo digo, pesaba 43 kilos y para mí estaba bárbara”. Esa mirada distorsionada convivía con otra, más verdadera, que aparecía cuando se enfrentaba al espejo. “Después me miraba y decía: ‘No, yo no quiero que me vean así’. Porque también es demasiado. Ahí empieza la pelea con el cuerpo y con la cabeza”, contó la actriz ante Héctor Maugeri.

Leticia Brédice en +CARAS
Leticia Brédice en +CARAS

En +CARAS, la artista explicó que esa adicción se volvió silenciosa y cotidiana. “Es tremenda porque termina siendo algo natural: si estás cansado, tomás. Para estudiar, médicos… un montón de personas. No lo digo yo, lo dicen profesionales”, reveló. Esa normalización fue, durante un tiempo, una trampa que la alejaba de su sensibilidad y la empujaba hacia un personaje que no era ella.

Con el tiempo y un entorno que la protegió, Leticia Brédice fue reencontrándose con aquello que la sostuvo desde siempre: el trabajo. “Creo que podría pintar, podría hacer un montón de cosas. Pero lo que más podría sentirme a gusto, feliz, es dentro del mundo del espectáculo. Con los que son mis pares, con los que entienden lo que es el trabajo”, dijo. En esas conversaciones sinceras con sus compañeros, sintió que no estaba sola: “Más allá de cualquier cosa para adelgazar, uno lo puede hablar con cualquiera. Hombre o mujer te dicen: ‘Yo también lo hice, yo también lo pasé’. Fue siempre una gran contención”.

Leticia Brédice en +CARAS
Leticia Brédice y Héctor Maugeri en +CARAS

Leticia Brédice y la presión estética en su juventud: “Una vestuarista me dijo que con dos kilos menos estaría mejor y me afectó mucho”

El vínculo con su cuerpo ya venía marcado desde mucho antes que empezar a consumir anfetaminas. En su adolescencia, cuando daba sus primeros pasos en el cine, la presión estética se presentó de forma brusca. “En mi primera película, una vestuarista me dijo: ‘Esta falda, con dos kilos menos, te quedaría genial’, y eso me afectó mucho. Yo quiero que me quieran”, recordó. Leticia Brédice tenía apenas 17 años y debía filmar una escena de sexo que requería la autorización de sus padres. “Antes ya me había pasado. Vestuaristas, con todo el amor del mundo, que digo, no me pasó a mí sola, les pasó a un montón de compañeras actrices”, afirmó.

Leticia Brédice en +CARAS
Leticia Brédice en +CARAS

Traer a la actualidad ese episodio le permite hoy reflexionar sobre una problemática que trasciende generaciones: “Está bueno hablar de la historia del cuerpo, de la cosificación… que la actriz, la modelo, tienen que ser chicas con un cuerpo así, unas rodillas así. Eso tiene que ver con la salud mental, con decisiones apresuradas y con la autoestima”. La frase de aquella profesional quedó marcada. “Me dijo: ‘Mirá, esta falda con dos kilos menos…’. Y notablemente a cualquier chica, si le dicen eso, 2 kilos, 10 kilos, 5 kilos, la afecta. Pensé que iba a ser parte de que me quieran o no me quieran. Y yo dije: ‘Yo quiero que me quieran’”, cerró la actriz en +CARAS.





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