Después de tantas temporadas brillando en el sillón rojo, Soledad Pastorutti finalmente rompió una maldición que la perseguía desde su debut en La Voz Argentina. La cantante, que ya se consagró tricampeona del certamen, sorprendió al confesar que por primera vez llegó a la final con una participante mujer, algo que jamás le había ocurrido en las cinco ediciones anteriores.

En una entrevista posterior a la gala, La Sole no ocultó su emoción y lanzó una frase que dejó en claro la magnitud del momento: “Esta es la primera vez, en las cinco temporadas que he estado en La Voz, que llego a la final con una mujer. No lo puedo creer”. Su confesión, sincera y espontánea, generó un revuelo inmediato entre los fanáticos del programa y en las redes sociales, donde la artista se convirtió en tendencia.

El dato no pasó desapercibido. Durante años, la intérprete de “Tren del cielo” se destacó por su energía, su oído infalible y su instinto ganador, pero sus finalistas siempre habían sido hombres. Por eso, este cambio marcó un antes y un después en su paso por el reality, consolidando su figura como una de las entrenadoras más exitosas de la versión argentina del formato.

Cercana y auténtica como siempre, la artista de Arequito se mostró conmovida por el logro y por el vínculo que construyó con su finalista. Desde el comienzo de la competencia, se la vio más involucrada, acompañando de cerca los procesos y potenciando la confianza de su equipo en cada etapa.

LA MALDICIÓN QUE ROMPIÓ LA SOLE EN LA VOZ ARGENTINA

El público, por su parte, celebró el hito con euforia. Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo y de admiración hacia la cantante, destacando su compromiso con los nuevos talentos y su capacidad para reinventarse temporada tras temporada. No faltaron los memes, los elogios y las promesas de victoria para su finalista.

Con su estilo firme y contagioso, La Sole volvió a demostrar que, más allá de los títulos y las victorias, su pasión por la música y su compromiso con los nuevos talentos siguen intactos.