La pelea de los Moyano: entrampados entre el escándalo y la ofensiva del Gobierno

Los problemas internos se instalaron en el sindicato de Camioneros. El gremio que domina sin oposición Hugo Moyano desde hace 38 años atraviesa su momento más delicado en años, con facciones irreconciliables y bases inquietas. A ese panorama complejo, se le añade un desafío extra: cómo sobrevivir a un Gobierno que lo tiene en la mira y buscar recortarle fondos con la reforma laboral que está elaborando.
Por primera vez desde 1987, fecha en la que tomó la secretaría general, Moyano ve que su poder dentro de la estructura gremial está diluido. Que perdió el control sobre personas que siempre estuvieron a su sombra. No lo dice abiertamente pero transmite temor ante la sola posibilidad de ser derrocado.
En este marco, el menú de enfrentamientos del patriarca comienza con su hijo Pablo, el ex titular de la CGT y actual secretario adjunto de la organización que encabeza. Aunque en la actualidad no tiene injerencia en las determinaciones del sindicato y pasa sus días dedicado a gestionar el club de fútbol Camioneros. El último diálogo que mantuvieron padre e hijo, en el mes de julio de este año, fue áspero y el tono fue elevado.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Principalmente, porque el ex dirigente de la central obrera, fiel a su estilo, no se guardó nada y le recriminó al jefe gremial la actualidad de Camioneros. Empezando por las paritarias que negocia Hugo en torno al 1%, que no conforman a las bases y que están por debajo de la inflación mensual que calcula el INDEC. La falta de renovación dirigencial fue otro tema que Pablo no dudó en cuestionar como tampoco olvidó mencionar lo que sucede con la obra social, OSCHOCA, jaqueada por las deudas, y la falta de discusión interna que existe.
El nulo combate en las negociaciones paritarias es sorprendente para muchos que transitan los pasillos del gremio que está ubicado en la calle San José al 1700. Bajo todos los gobiernos, el colectivo sindical peleó por aumentos salariales y no aceptó ningún tipo de techo a la hora de renegociar alzas de remuneraciones. De hecho, son recordadas las frases de los Moyano, en años pasados, exigiendo incrementos, bonos y amenazando con “parar al país”.
Hoy, la realidad es muy distinta ya que Camioneros se acopló al techo de paritarias del 1% que impuso el ministerio de Economía de Luis Caputo. Una decisión que Pablo no perdona y que observa cómo se siente en el bolsillo de las bases con las cuales todavía mantiene contacto. “Así nos vamos a la mierda”, soltó el dirigente en una oportunidad.
La situación salarial para muchas ramas es tan crítica que no descartan abandonar el gremio en el cual están afiliados, como sucede con los empleados de Coca-Cola. Los mensajes en tono crítico de varios trabajadores en las redes sociales oficiales, con videos incluidos, también forman parte del clima de época. Marcelo Aparicio, secretario gremial, número tres de la estructura y el representante de la rama recolección de residuos, también visualiza un panorama muy delicado.
Para la política y buena parte del sindicalismo, la figura de Aparicio inspira respeto porque es señalado como un articulador y un hombre que supo apaciguar divergencias puertas adentro, conviviendo con Pablo y Hugo en son de paz.
Pero el cacique corrió a Aparicio de las decisiones ante posibles irregularidades presupuestarias en el hotel que el gremio tiene en Mar del Plata. Lo que no evaluó Hugo en su determinación es que “Feucho”, tal como se lo conoce a Aparicio, tiene la banca total de la rama de empleados de recolección de residuos.
Su historia con la actividad, su empatía y sus conocimientos de todos los delegados, lo hacen imprescindible para calmar o aumentar los conflictos o armar asambleas. Sin Aparicio, Moyano perdió un eslabón clave en el área y hoy lo siente. Incluso, ante los suyos, reclamó su presencia por estos días. “Feucho” todavía espera que el teléfono con la voz del líder sea una realidad.
Fuentes sindicales también añadieron, con preocupación, que el jefe supo del violento combate que se dio entre dos facciones, una que responde a Pablo y otra a su hijo menor Jerónimo, en un torneo de fútbol interno. Las imágenes del enfrentamiento se convirtieron en virales. Sin embargo, la respuesta del secretario general fue la siguiente: “No pasó nada, son cosas del momento”. Dicen que hubo delegados que lo quisieron ver en persona y no los quiso recibir.
Mientras tanto, gana protagonismo Octavio Arguello, el hombre de Moyano en la CGT. No obstante, tiene una gran contra para muchos trabajadores: si bien goza de la confianza del patriarca, no cuenta con respaldo en las bases, muchas de las cuales se sacan fotos y piden por un regreso activo y pleno de Pablo.
Esta película no pasa desapercibida por el Gobierno. Observa las escenas con tranquilidad y se dedica a transmitir que, con el proyecto de modificación de legislación laboral que cocina, los mecanismos de financiación de Camioneros cambiarán de manera drástica. Lo dicen mostrando un cuadro de doble entrada en el cual se ve cómo cada empleado tiene un descuento salarial del 3% de su sueldo en concepto de aporte solidario y el ítem otros se lleva 4%. Este aporte anual en millones de dólares se calcula en 159 millones. Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, ya avisó que esta fuente “no puede existir más”.
28 de noviembre: Congreso camionero
En medio de la interna que sacude al sindicato, el próximo 28 de noviembre la Federación Nacional de Camioneros se reunirá en un congreso para tratar distintos temas. El temor es que las disputas puertas adentro estallen en una jornada clave para el funcionamiento del colectivo sindical. Entre las cuestiones a tocar, se someterá a votación la memoria y el balance del ejercicio anterior, habrá votación para definir autoridades de la Federación hasta 2029 y la coyuntura política también tendrá lugar en mesas de debate. De acuerdo a lo que trascendió, distintos referentes del gremio van a exponer que sucedió con las políticas de transporte en la era Javier Milei y que impacto tuvieron en los empleados. Además, se discutirá sobre la situación salarial y laboral luego del cierre paritario del 3,3% hasta noviembre.
La idea de pedir un bono anual será otro eje de debate. En este contexto, en el sindicato advierten que la interna que atraviesan y las distintas posturas de las facciones pueden salir a la luz durante la jornada.
