La muerte de Alicia: una comedia donde el público espía el detrás de escena del teatro
La compañía Los de la Rivera reestrenó La muerte de Alicia, una comedia filosa y vertiginosa, escrita y dirigida por Rubén Freda. Desde el pasado 6 de septiembre, el público puede sumergirse en esta experiencia especial en el Teatro Buenos Aires (Rodríguez Peña 411, CABA), donde el verdadero drama sucede lejos del escenario. En una entrevista exclusiva, Freda reveló cómo la obra nació de sus propias vivencias y por qué esta propuesta es tan distinta.

En principio, la describe como una «comedia muy profunda» que transcurre en el camarín de una compañía teatral. En un momento clave, los personajes se preparan para una función, pero los nervios y las viejas frustraciones hacen que todo explote. «Es el día en el que todo florece, donde todos se dicen las cosas en la cara», cuenta el autor. Inspirado en anécdotas y experiencias personales, ha ficcionado las miserias, los egos y las soledades que a menudo se esconden detrás del telón. «Todas las obras que yo escribo tienen que ver con cuestiones mías», confesó.
Un laboratorio en constante evolución
Para Freda, el público de La muerte de Alicia no es un mero espectador sino un voyeur que tiene el privilegio de espiar un mundo oculto: «La gente no tiene la posibilidad de acercarse a un camarín y ver qué pasa antes de subir al escenario«, explicó. En este sentido, la obra rompe la cuarta pared, volviendo al público cómplice de lo que sucede y ese es, según él, el «plus» que la hace tan atractiva. El proceso de ensayos fue un verdadero desafío, un «ida y vuelta» que enriqueció la propuesta. Rubén valora el rol del actor que propone y se aleja del concepto de «marioneta». Por eso el aporte del elenco, compuesto por Sandra Hamú, Camila Merlo, Alexandra Pansh, Eduardo Benedetto, Leonardo Vivone y Pablo Alonso, fue fundamental. «Mi cabeza mutó a algo muy diferente», afirmó y puso como ejemplo la transformación de un personaje femenino a masculino, lo cual «fue un aporte muy muy inteligente». A continuación la charla completa:
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La muerte de Alicia sube a escena los sábados a las 16:30 y el director celebra este horario, ya que le permite al público disfrutar de la obra y luego «salir a la luz del día» a disfrutar de la calle Corrientes. Las devoluciones de los espectadores han sido, hasta ahora, muy positivas. Con un horario de fin de semana, espera que el público se acerque a esta propuesta fresca que ofrece una experiencia diferente. Encontrá acá más info sobre las entradas.