Durante la última edición de la Paparazzi Fest, Silvina Escudero fue una de las figuras más buscadas por la prensa. Con su habitual carisma, la bailarina habló de todo, pero sorprendió al hacer una revelación íntima sobre su vida y su nuevo proyecto personal, un emprendimiento que —según contó— le demandó más esfuerzo y coraje del que imaginaba.

«El año pasado me arriesgué con mi emprendimiento, justamente con lo difícil que es emprender en este país», confesó la morocha, visiblemente emocionada por el camino recorrido. Su marca de bikinis nació como una apuesta personal y hoy se convirtió en un símbolo de su reinvención. «Salía a Once a buscar telas, importadas, no importadas, sublimarlas… Todo el tiempo me la estoy jugando en la vida», agregó con orgullo.

En el evento, la artista deslumbró con un look que combinó sensualidad y elegancia, y se mostró relajada mientras charlaba con colegas y diseñadores. Lejos de la polémica mediática que solía rodearla, su foco parece estar puesto en construir un presente más auténtico y alejado del ruido televisivo.

Quienes estuvieron presentes coincidieron en que su actitud reflejó un cambio profundo. Ya no busca protagonismo a través del escándalo, sino que prefiere apostar a su crecimiento personal y profesional. “Creo que hay momentos en los que una necesita reinventarse para seguir disfrutando lo que hace”, deslizó entre sonrisas.

LA ÍNTIMA CONFESIÓN DE SILVINA ESCUDERO

Para muchos, Escudero representa hoy a una mujer que aprendió a reinventarse sin perder su esencia. Entre luces, cámaras y aplausos, dejó claro que detrás de su figura mediática hay una trabajadora incansable que aprendió a transformar los desafíos en oportunidades.

«Todo el tiempo me la estoy jugando en la vida», repitió como un mantra, dejando en claro que, para ella, la apuesta más grande siempre es la de seguir fiel a sí misma, incluso cuando el camino se vuelve cuesta arriba.