La guerra entre la China Suárez y Benjamín Vicuña sumó un nuevo capítulo que sacudió por completo el vínculo entre ambos. Todo comenzó con una publicación de la actriz, en la que mostró a sus tres hijos con uniforme escolar en Turquía, felicitándolos por adaptarse con rapidez a su nueva vida. Lo que parecía un gesto inocente terminó desatando la furia del actor chileno y el revuelo público.

La sorpresa fue inmediata porque, según se había dicho, solamente Rufina -la hija de la China con Nicolás Cabré- iba a comenzar las clases en Estambul. Sin embargo, en las fotos se vio también a Magnolia y Amancio -los hijos de ella con Vicuña– con la misma vestimenta, confirmando que los tres fueron inscriptos en un colegio turco.

Máximo Petrachi, el abogado de Vicuña, dejó clara la postura de su cliente en diálogo con los medios: “Nosotros nunca fuimos informados de la escolarización de los chicos. […] Fue acordado contractualmente que se decida conjuntamente”. Así fue como abrió la puerta a posibles medidas legales y dejó en evidencia la tensión entre los padres.

La respuesta de la China no tardó en llegar. «Ahora, Benjamín no se tiene que molestar porque sus hijos falten al colegio», disparó la actriz en contacto que tuvo con Gustavo Méndez. La frase alude a una vieja disputa: cuando Benjamín le revocó el permiso de salida del país a los menores, argumentó que no quería que perdieran días de clases en Argentina ni que se desordenara su rutina junto a los hermanos que tiene con Pampita.

LA FUERTE CHICANA DE LA CHINA SUÁREZ CON BENJAMÍN VICUÑA POR SUS HIJOS

Por otro lado, la China aclaró que, a pesar de las diferencias, buscarán un punto de acuerdo: «Estamos arreglando para que vean a su papá y pasen tiempo con él». Y justificó su decisión de inscribirlos en Turquía: «Mis hijos viven conmigo la mayoría del tiempo, como siempre».

Mientras tanto, Vicuña aguardaba que este fin de semana los chicos regresaran a Argentina, tal como estaba previsto. Hace un mes habían viajado a Estambul junto a Rufina y a la abuela materna. Sin embargo, todo cambió con la decisión de su ex. El actor se encuentra en Uruguay grabando una serie hasta octubre, aunque viene alternando sus días con Buenos Aires y manifestó su deseo de reencontrarse con sus hijos.

Lo cierto es que la historia entre la China y Vicuña parece no encontrar paz. Y cada gesto, cada palabra, se convierte en un nuevo round dentro de una disputa que parece no tener final cercano.