La situación de Thiago Medina mantiene en vilo al mundo del espectáculo y a sus seguidores, luego del grave accidente que sufrió mientras conducía su motocicleta. Internado desde el pasado 12 de septiembre en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, en Moreno, el joven continúa en terapia intensiva con pronóstico reservado.

En este contexto, la panelista de Intrusos, Marcela Tauro, compartió una experiencia personal que conectó directamente con la situación de Thiago, destacando la importancia de la fe y de la cadena de oración.

«Yo tuve un caso parecido con el papá de mi hijo. También tuvo un accidente de moto en Malvinas Argentinas, le tocó ese hospital. Mucho tiempo de internación y un cuadro bastante parecido al de Thiago. Al principio se había complicado y después salió. Hay que estar, hay que rezar. La cadena de oración es fundamental», relató Tauro.

La conductora recordó que en su caso, el acompañamiento espiritual y la cercanía familiar fueron decisivos para la recuperación de su expareja, José María Álvarez, quien debió enfrentar un cuadro complejo tras el accidente. La periodista resaltó además que el apoyo colectivo y la oración fueron elementos clave.

«Me consta que hay mucha cadena de oración porque hay mucha gente que la está haciendo y me ha escrito por Instagram» dijo. Marcela hizo hincapié en que la fe y la espiritualidad fueron fundamentales en la recuperación, remarcando la importancia de la compañía familiar.

«Hay misas, cada uno en el credo que lo consideren. En el caso nuestro funcionó mucho los tres hijos y la primera mujer y yo, que íbamos permanentemente» expresó Marcela. Asimismo, Tauro detalló las acciones concretas que realizó durante la internación: «A mí me dijeron que tenía que hacer. Llevé agua bendita, entré con mi hijo y le dije que le hablara».

Y siguió: «Le hablábamos, mientras le ponía agua bendita en los lugares que me habían asesorado, le dejé un rosario y una virgen. Yo tenía en ese momento, la virgen de Schoenstatt, que me había llegado a casa. Y que la tiene todavía». Según explicó, estas medidas ayudaron a generar un entorno de calma para su expareja mientras atravesaba uno de los momentos más delicados de su vida.

Sobre la duración de la recuperación, Marcela relató: «Estuvo internado en Malvinas Argentinas, que se portaron re bien, cuarenta y pico de días y después pasó a una clínica privada. Después estuvo un año en su casa porque también le quitaron el bazo y le dieron unas vacunas especiales».

Su testimonio deja en claro que la recuperación tras un accidente grave requiere paciencia, cuidado y, sobre todo, acompañamiento afectivo. Finalmente, Tauro concluyó con un mensaje de esperanza que conecta directamente con el caso actual de Thiago Medina.

Su relato no solo inspira a la familia y amigos de Thiago, sino que también refuerza la importancia de mantener la calma, la esperanza y la oración en medio de la incertidumbre que genera un pronóstico reservado. La experiencia de Marcela sirve como ejemplo de que, incluso en los momentos más críticos, lel apoyo afectivo pueden convertirse en un pilar fundamental.

«Hoy está perfecto, está trabajando», y reafirmó su fe en los milagros: «Los milagros existen». Sus palabras invitan a la reflexión sobre el poder de la oración y la fortaleza en momentos críticos, dejando un mensaje esperanzador a familiares, amigos y seguidores del joven que atraviesa su recuperación.