La Corte Suprema respaldó avanzar en el encubrimiento del caso Yamila Cuello



La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió respaldar la continuidad de la investigación por el presunto encubrimiento del homicidio de Yamila Cuello, la joven de 21 años desaparecida el 25 de octubre de 2009 en la ciudad de Córdoba, cuyo cuerpo nunca fue hallado.

Por el crimen, la Justicia provincial había condenado al exnovio de la víctima, Néstor Simone, a 20 años de prisión como autor del homicidio, mientras que su hermanastro fue absuelto por falta de pruebas. En tanto, en 2021 el Juzgado Federal de Córdoba declaró prescripta la acusación contra Carina da Silva, amiga de la joven, quien habría manipulado su teléfono celular y colaborado en la desaparición del cuerpo. La decisión fue confirmada por la Cámara Federal de Córdoba.

Sin embargo, el Ministerio Público Fiscal cuestionó el fallo y planteó que el encubrimiento atribuido a la imputada constituía un delito permanente, por lo que la acción penal no podía considerarse prescripta. En agosto de 2023, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar al reclamo, anuló la resolución y devolvió la causa al tribunal de origen para un nuevo pronunciamiento. La defensa interpuso un recurso extraordinario que llegó a la Corte Suprema, donde los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti rechazaron la queja por falta de sentencia definitiva.

El caso se remonta al 25 de octubre de 2009, cuando Yamila Cuello salió de la casa de su abuela, en el barrio Coronel Olmedo de la capital cordobesa, con la intención de almorzar con sus amigas, pero nunca llegó al encuentro ni regresó a su domicilio.

Durante las primeras etapas de la investigación, la Justicia consideró la posibilidad de un secuestro en el marco de una red de trata de personas. La abuela de la víctima, Eulalia Contreras, declaró que una tía paterna de Yamila se dedicaba a la prostitución y que en algunas ocasiones la había llevado con ella. 

Además, recordó que el día de la desaparición la joven mantuvo una conversación telefónica con una voz masculina, durante la cual dijo: “Bueno, dale, pero a mí no me trates así; si no, no voy ni una bosta” y “A mí no me amenaces, que si no no voy a ir ni bosta”.

Las sospechas recayeron sobre Simone, quien mantenía con la víctima una relación marcada por la violencia de género. Aunque el acusado sostuvo que ya no tenía contacto con Yamila, los registros telefónicos demostraron más de 300 comunicaciones entre ambos en el mes previo a la desaparición.



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