La calle secreta de Madrid en la que cuelgan 160.000 deseos



(Especial, desde Madrid) En pleno corazón de Madrid, a escasos metros del imponente Teatro Real, se abre paso una arteria secreta tapizada de papel y anhelos. El rito es inconfundible: cada cierto tiempo, una campana rompe el murmullo de la capital, marcando que un nuevo deseo ha sido depositado y liberado al universo. Es la Tienda de los Deseos, un espacio que, desde su fachada repleta de escritos hasta sus rincones colmados, se ha convertido en un imán para turistas y locales.

La mente detrás de este singular proyecto es Daniela Camino, platense, exdirectora creativa publicitaria y ciudadana del mundo tras un periplo laboral de 25 años. Su vida, marcada por el ritmo frenético de la publicidad, hizo un clic con la pérdida de sus padres. “Quería hacer lo que más me llenara”, confiesa. Tras años trabajando en las agencias multinacionales Ogilvy, McCann Erickson y Wunderman, y con escalas en Costa Rica, Barcelona y Texas, volvió a Madrid para no moverse más.

Del brief a la manifestación

El local ubicado en la calle de la Escalinata 7 no nació con el aura mágica de hoy. “En realidad, al principio no era de Deseos. Y tampoco era tienda”, dice riéndose.

En efecto, este rincón lleno de magia empezó siendo Peque Story, un espacio analógico de talleres creativos y libros de vida para niños. “Quería escribir los momentos importantes de la vida de mi hija para no olvidarlos”, recuerda. Y la idea escaló: de su hija a los nenes, a los padres y los abuelos.

El giro decisivo llegó en la Navidad de 2022. “Yo veía que la gente pasaba mirando para abajo, escribiendo en el teléfono, mandando mensajes por WhatsApp y se me ocurrió que sería lindo que escriban en papel, como antes”, explica.

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Entonces puso un arbolito con un deseo propio: que la gente dejara el celular por un rato. La respuesta fue inmediata: “Enseguida ese árbol se llenó de deseos. Y como no tiro ninguno de los deseos que la gente deja aquí, empecé a ponerlos en la fachada de la tienda, clavados en la pared”.

El nombre actual, Tienda de los Deseos, fue, irónicamente, la mejor campaña de marketing: “En realidad, al nombre se lo puso la gente, fueron ellos quienes empezaron a llamarle así. Entonces, le cambié el nombre. Es decir que evolucionó hacia esto de manera orgánica, natural”, cuenta.

Más de 160.000 deseos que confirman una certeza

Hoy, la tienda no solo recibe la palabra escrita, sino que ofrece lo que Camino llama “souvenirs con alma”, todos creados bajo el concepto de la Ley de la atracción. Un objeto estrella son las llaves antiguas: “Nuestra filosofía es que los candados cierran, en cambio las llaves abren, entonces siempre van a encontrar llaves acá”, dice. También hay frasquitos con tres deseos y el Manifiesto de los Deseos, un cuaderno para aprender a “manifestar”.

La empresaria platense no tiene dudas sobre la fuerza de su filosofía: “Creo absolutamente en la ley de la atracción, y esto se trata justamente de esta ley, de este principio, porque si lo crees, lo creas”.

La viralidad ha sido tan orgánica como sorprendente: “Hay más de 160.000 deseos y viene gente de todos los países a escribir sus deseos. Lo más curioso es que se hizo famoso sin que hiciera ninguna estrategia ni haber puesto campañas de marketing digital”.

La tienda se ha convertido en un observatorio sociológico que confirma que el deseo es universal. Sin embargo, Camino ha notado diferencias culturales. Por ejemplo: “Italia, México y Argentina desean amor en primera instancia y después, salud. Hay otros países que van más por el lado del crecimiento personal, del conocimiento de uno mismo, como Francia. Me sorprendió Rusia con esto de crecimiento personal. Hay países muy espirituales, como Japón”.

El baúl de los deseos cumplidos y una novela en camino

¿Y qué pasa con la gran montaña de deseos acumulados? “Tenemos un espacio que es como un pequeño almacén. Son tantos que no entran todos en la tienda. En un momento hay que sacar los que están para dejar espacio a los nuevos. Pero no tiramos ninguno”. Con ellos, Daniela planea un ritual místico y definitivo: “Vamos a hacer un ritual muy espiritual, como hacen en Japón, que los queman para que suban al universo”.

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A diferencia de la superstición popular, en este templo, el deseo se cumple contándolo: “Es mentira que al deseo no hay que contarlo porque sino, no se cumple. Al revés, cuanto más lo decís, más lo manifestás, más lo va a escuchar el universo y más va a empezar a conspirar todo para atraerlo”, asegura.

La gratificación máxima es el Baúl de Deseos Cumplidos que está en la calle. Si alguien encuentra su deseo original cumplido, lo deposita allí y recibe un certificado y un regalo especial.

Con un negocio que se sostiene por la venta de estos “souvenirs con alma” y un profundo aprecio por la autenticidad (sus muebles son piezas únicas de Madrid), Camino ya tiene un nuevo anhelo decretado y manifestado: publicar un libro. “Quiero hacer una novela, pero inspirada en los hechos reales. O sea, va a ser ficción, pero basada en hechos reales. Estoy escribiendo, voy por la mitad”. Y la magia, asegura, será total: “Este libro va a ser mágico porque van a aparecer esos deseos que la gente ha puesto aquí, integrados en la historia”.





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