la calle secreta de la Ciudad que tenés que conocer
Sus casas de estilo ecléctico —que combinan detalles art déco, tudor, academicismo francés y neocolonial— son una delicia para los amantes de la arquitectura. Puertas de madera tallada, escudos ornamentales, balcones de hierro y vitrales de colores forman un paisaje urbano armónico y lleno de historia.
Cada fachada guarda una personalidad propia, pero todas comparten una escala humana que contribuye a la calma del entorno. En apenas unos metros, el Pasaje Gorostiaga condensa el encanto del Buenos Aires antiguo y la elegancia discreta de sus barrios residenciales.
Dónde queda Pasaje Gorostiaga
El Pasaje Gorostiaga se encuentra en el barrio de Colegiales, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es una calle que se extiende desde Zapata hasta Avenida del Libertador, aunque su tramo más encantador está entre Zapata y Cabildo, donde la vida urbana se detiene para dar paso al silencio y al verde de los árboles.
A su alrededor, se pueden encontrar otros rincones de interés, como el Pasaje General Paz, construido en 1925 por el ingeniero Pedro Vinent, el mismo que diseñó el Barrio Inglés de Caballito. Ambos espacios son ideales para quienes disfrutan del turismo urbano, la fotografía y los paseos al aire libre.
Colegiales, además, fue reconocido por un estudio de la Universidad Nacional de La Plata como el barrio con mejor calidad de vida de Buenos Aires, gracias a su equilibrio entre tranquilidad, servicios, espacios verdes y seguridad.
Cómo llegar al Pasaje Gorostiaga
Llegar al Pasaje Gorostiaga es muy sencillo. Desde el centro porteño, se puede tomar la Línea D del subte hasta la estación Olleros o José Hernández, y caminar unos minutos por Cabildo. También llegan varias líneas de colectivo, como la 29, 39, 57, 60, 63, 68 y 152.
El paseo se puede combinar con una visita a la Plaza Mafalda, el Mercado de las Pulgas o alguno de los cafés con encanto que abundan en la zona. Es una excelente opción para un plan de fin de semana, ideal para los que buscan descubrir la ciudad desde una nueva perspectiva.
Durante octubre, cuando el clima empieza a templarse y los jacarandás anticipan su floración, este paseo urbano se vuelve aún más especial. Una oportunidad perfecta para hacer una escapada en Buenos Aires, cámara en mano, y dejarse sorprender por uno de sus rincones más secretos.