Juan Carlos Baglietto: «¿No será que Milei odia a los artistas porque envidia que la gente los quiera más?»



Juan Carlos Baglietto, en una conversación atravesada por política y música, cuestionó el estilo “ampuloso y autoritario” de Javier Milei. En Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), contó que no votó a Milei y que no comparte esa lógica de “destruir y desacreditar” que, según él, atraviesa el discurso presidencial. Entre anécdotas con Lito Vitale y críticas al clima social, el artista arriesgó una hipótesis provocadora: que parte del desprecio oficial hacia los artistas responde, tal vez, a una vieja mezcla de prejuicio y envidia.

Juan Carlos Baglieto es cantante y un músico argentino. Fue uno de los fundadores de la Troba Rosarina y el primer miembro de ese colectivo de artistas que alcanzó la fama a nivel nacional. Se consagró en el ámbito del rock argentino gracias a su álbum clásico de 1982, Tiempos difíciles. De amplia trayectoria, hace 34 años que canta junto Lito Vitale canciones de tango y folclore argentino.

Quisiera compartir con la audiencia, que hablábamos en el corte respecto de qué papel tenemos los periodistas y qué papel tienen los artistas en la construcción de sentido. Yo decía que ustedes tienen un papel mucho mayor que el nuestro. La pregnancia que tiene lo que ustedes dicen es mucho mayor que la que decimos nosotros.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Depende qué periodista, depende qué artistas, depende en qué medio. Nada es tan absoluto. Pero sí. Yo me considero un artista popular y, como tal, me siento casi en la obligación de ser un poco cronista del medio en el cual me desenvuelvo. Muchas veces sin la claridad qque merecerían algunas cuestiones. Porque, en definitiva, los artistas no tienen una visión esclarecida sobre las cosas. Es una visión más y es una opinión más. Que lo que sí por ahí tenemos un poco la responsabilidad es de no decir cualquier cosa.

En realidad, la construcción de sentido los periodistas la hacen desde que se inventó la imprenta. La necesidad de construir sentido nace con la humanidad. Entonces, los primeros que tuvieron ese papel fueron los brujos, que eran los que interpretaban: “nos portamos mal con los dioses y por eso nos llueve”, por ejemplo. Pero después, los filósofos venían a discutir con los poetas. O sea, eran ustedes. Ustedes manejan las emociones; supuestamente, los dedicados a ciencias más epistémicas, la razón. Pero ustedes influyen mucho más. Y vos fíjate que en la política, lo que se habla hoy en día es la espectacularización de la política. Es decir, los políticos absorben técnicas de los artistas para tratar de llegar a la gente.

Sí. De hecho, los políticos tienen lo que hoy se llama coaching. En realidad, los instruyen en la manera de generar un show, casi. En ese sentido, creo que la música y que el arte en general tienen la emoción como motor legítimo. Salvo situaciones en las cuales, qué sé yo, no vengo de un reality. Soy de una camada de artistas que caminamos la calle y, de a poquito, fuimos logrando un espacio. Quiero decir, muchas de las cosas relacionadas al marketing, tienen más que ver con la construcción de un artista y con un artista que por ahí no está del todo moldeado. Lo que pasa es que tenemos un mal endémico argentino, que es el ser especialista en asuntos generales.

La violencia política en redes sociales creció un 90% desde 2023

Déjame volver con este tema de que la política se espectaculariza. Las emociones también son una forma de conocimiento. En mi caso en particular te hago una confesión: yo coincido con lo que la gente votó en los últimos dos años. Sin embargo, pienso que la gente sabe algo que a lo mejor los analistas, que en su gran mayoría pensamos que Milei no era la mejor alternativa, usamos solamente la razón para llegar a esa decisión. Mientras que la sociedad que lo vota tiene un conocimiento mayor que el nuestro, que tiene que ver con las emociones y vota con las emociones. Entonces, que hay algo de un saber que, a lo mejor no se puede ni siquiera saber que se sabe, pero se intuye, que termina siendo determinante en la política. Por eso marcaba que ustedes tienen un poder mucho mayor del que ustedes creen.

Sí. El encare de las expresiones artísticas es bastante animal, bastante rudimentario. O sea, la llama inicial que dispara un hecho artístico es una cuestión casi inconsciente, sin razonamiento. Puede haber un motivo que lo impulse. De hecho, las mejores canciones de amor han sido escritas en la desesperación, en el engaño, en la desazón. Puede haber un motor, pero, de ahí en más, uno genera las cosas casi irracionalmente.

Cuando estuvieron con el Papa en el 2015, ¿Qué te pasó ahí?

Fue raro, porque más allá del respeto que te puede traer a apareja una figura como el Papa, más siendo argentino, toda la situación fue un tanto extraña. Fuimos suponiendo que íbamos a hacer un concierto y terminamos haciendo otra cosa. En realidad, lo hicimos ese concierto, pero con muy poca cantidad de gente. Y sí estuvimos en la audiencia de los miércoles, que siempre bromeamos porque íbamos a cantar Solo le pido a Dios, un tema de León, para el ingreso de Francisco. Pero nadie nos dijo que el ingreso de Francisco duraba 40 minutos. El tipo iba saludando absolutamente, sacándose fotos y a cuanto se le cruzaba en el camino, y había no menos de 5000 personas ahí. Entonces, siempre bromeamos al hecho de que entramos en el Guinness con la versión más larga del mundo de Solo le pido a Dios.

Violencia en los discursos políticos: “Se da en un contexto que es el absoluto descrédito del discurso público”

¿Sos creyente?

Soy relativamente creyente. Tengo una visión crítica sobre la Iglesia en general, no sobre la fe. Porque además uno conoce un poco las cosas desde adentro también.

¿Te cambió algo cuando entraste al Vaticano, viste a un Papa argentino?

No. A ver, eh, conocer de cerca el Vaticano, a mí me merece un cuestionamiento. yo separaría la fe de todo eso.

¿Y del Papa Francisco?

Y a mí me caía bien, qué sé yo, a la gran mayoría de la gente le caía bien.

¿Te impresionaba que viviera en ese lugar austero frente a toda la riqueza?

Pero impresiona la coherencia, eso es lo que impresiona. Porque se sale de lo que entendemos es la normalidad para un personaje tan influyente a nivel mundial

¿Te hizo reflexionar sobre por qué la Argentina logra colocar a una persona así en el contexto mundial?

No, no tengo idea.

¿Qué pensás del éxito individual de los argentinos en el mundo?

Como argentino me siento orgulloso de que suceda pero también hay como una falsa creencia de que donde hay un argentino haciendo la diferencia. No siempre los argentinos que estamos en distintos lugares hacen ninguna diferencia al respecto.

Claudio Fantini: “No puede el Presidente no mostrar otra cosa que cierta vileza e intolerancia volcánica y furiosa”

Uno últimamente ve la importancia de la Argentina a nivel colectivo es mucho menor que a nivel individual. ¿Y cómo ves la situación política en la Argentina respecto de eso?

Yo no lo voté a Milei. Creo que se olvida en sus planteos de que deja de costado un montón de necesidades de la gente de a pie, que está focalizado en las grandes cuestiones, y pierde de vista la diaria, lo que vive la gente en la calle y lo que vive la gente que tiene más dificultades. No comparto su forma ampulosa y autoritaria de exponer las cosas. No comparto su modo de desacreditar. Uno no puede enaltecer lo que hace en función de desacreditar a los demás. Entonces, no todo es blanco y negro. Yo creo que se olvida de los grises sin duda. Y por no decir que se olvida de los negros. Se olvida de la cantidad de cuestiones. Que es eso que a mí me parece que, si bien me reconozco que ha habido excesos sin duda y que en alguna medida los sigue habiendo. Siempre es más fácil destruir que arreglar. Y me parece que yo no coincido con el modo del encargo de destruir y desacreditar.

¿Crees que también hay un fenómeno etario con Milei, y que a vos te produce ese rechazo porque somos de otra generación?

No sé si es por eso. A mí me asombra el voto joven. Y lo digo porque viste que cada uno mide las cosas por su entorno inmediato. Para mí, mi mundo es mi entorno inmediato. Si yo quiero cambiar algo, no me propongo cambiar el mundo, me propongo cambiar la relación con los que interactúo en forma permanente. La mayoría de los técnicos que trabajan con nosotros tienen la actividad relacionada a la cultura, y tenían una actividad más relacionada a las actividades culturales en medios oficiales. Y lo votaron todos a Milei. Y vos decís: “Es como un juego jodido ese, porque en realidad estás votando a quien no te va a apoyar”. Me sorprende que se escupa para arriba. Eso me sorprende: que no se termine de entender la ley de gravedad. Pega en el ojo. Y bueno, eso es en alguna medida lo que ha pasado con cierta parte de la población joven.

Yo quería contar que vos estabas presentando junto a Lito Vitale el concierto en La Trastienda acá en Buenos Aires, 26, 28 y 29 de noviembre, pero además empezábamos a agregar fechas en Rosario. Es decir, no paran.

Mirá, yo repito una frase que es de Alicia, que es mi manager, que es: “Si vos parás de golpe, el alma te sigue de largo”. Frenás y hay una inercia. Nosotros respiramos a partir de esto. O sea, nuestra vida se ha construido desde hace muchos años en derredor de la música. Hemos criado 34 años con Lito Vitale. El año próximo cumplimos los 35, que vamos a festejar. Nos enteramos de que son las bodas de coral.

¿Y cómo se mantiene una relación así 35 años?

Nosotros encaramos proyectos personales independientemente de nuestro proyecto del dúo. Que volvemos al dúo porque seguimos eligiéndonos. Pero nos tomamos nuestras pausas, y en esas pausas no sentimos que el otro nos esté traicionando. No sentimos el abandono. Y además de eso, los dos potenciamos lo mejor que tiene el otro para dar, basado siempre en potenciar las coincidencias y en minimizar las diferencias.

Misiones: diputada electa denuncia agresiones de su expareja, un excandidato libertario

¿Qué papel juega la política?

Juega un papel. O sea, de hecho, a lo mejor no es tan general. Cada uno puede tener opiniones diversas en relación con un tema en particular relacionado a la política. Pero en general tenemos acuerdo. Es difícil durar 35 años con una persona que tiene una mirada absolutamente opuesta del mundo a la que puede tener uno. En esta cosa de que cambia todo, cambia esto, cambia aquello, quedan los artistas, como dijo Pinti. Nosotros mantenemos una relación amistosa. Además de eso, decimos: en el momento en que la música conspire contra eso, dejaremos de tocar, pero seguiremos yendo a comer juntos. Y me parece que lo esencial es sentir que uno todavía tiene cosas para dar, sentir que el otro te potencia. Suele pasar muchas veces entre un tipo que canta o una mujer que canta y un músico acompañante virtuoso. En general, los músicos virtuosos no disfrutan mucho, soslayan esta cosa del cantante popular. Y pasa también con las orquestas. O sea, nosotros hemos tenido una lucha para…

Mozart y Salieri, me viene a al cabeza, la idea de que naturalmente se genera una envidia que todo ser humano tiene en algún porcentaje.

Y ahí pegamos la vuelta de la orquesta, de lo que durante muchos años los músicos cultos menospreciaron la música popular.
Pegamos la vuelta y lo enganchamos de nuevo con la política: esta cosa de soslayar, envidiar o cuestionar a los artistas populares.
No sé si no tiene que ver con algún nivel de envidia. Con esta cosa de: ¿Cuánta gente la quiere a ella? ¿Cuánta gente lo quiere a él?

RM/DCQ





Source link

Compartir