Hells Angels: la historia negra de los motoqueros que asolaron La Plata
La Plata se transformó en un campo de batalla el último fin de semana durante la convención anual “World Run 2025” de los Hells Angels. Lo que debía ser un encuentro global de motoqueros terminó en un violento tiroteo con el grupo rival Tehuelches MC, dejando tres heridos de bala y una ciudad en alerta. El sábado 18 al mediodía, en la esquina de las calles 44 y 26, una caravana de Tehuelches fue emboscada por integrantes de Hells Angels que bajaron de una combi y dos autos oscuros. Tras una discusión, se desató un intercambio de disparos que duró minutos, con motos cayendo al asfalto y peatones huyendo despavoridos. Dos heridos recibieron impactos en brazos y piernas, mientras un tercero fue baleado en el abdomen y la espalda. Todos fueron trasladados conscientes a hospitales locales.
Un video viral capturó el dramatismo: uno de los heridos, oriundo de Chacabuco, entró tambaleante a una estación de servicio pidiendo ayuda. “Estaba herido en la parte baja de la espalda. Se desplomó frente al mostrador; llamamos a la policía y a la ambulancia enseguida”, relató un empleado.
Este no fue un hecho aislado. El viernes previo, los Hells Angels protagonizaron dos peleas: una con cuidacoches frente a la gobernación, que escaló involucrando repartidores de apps, y otra en calle 6 entre 48 y 49, con empujones y gritos que alarmaron a los vecinos. Cámaras de seguridad registraron la tensión, sin heridos graves pero con un clima de inseguridad creciente. La llegada de hasta 3.000 miembros de todo el mundo para el evento generó temor, reviviendo su reputación de vinculación con el crimen organizado.
Currículum. Es clave entender quiénes son los Hells Angels. Fundado en 1948 en Fontana, California, por veteranos de la Segunda Guerra Mundial apasionados por las Harley-Davidson, el club nació como un espacio de camaradería y rebeldía posguerra. Su nombre se inspira en escuadrones aéreos militares, simbolizando libertad en la carretera. Se expandieron rápidamente: hoy operan en más de 50 países con capítulos autónomos, unidos por un código estricto de lealtad y jerarquía.
Su imagen icónica -chaquetas de cuero (“cuts”) con parches sagrados, tatuajes y motos rugientes- oculta una historia controvertida. El Departamento de Justicia de EE.UU. los clasifica como organización criminal, acusándolos de tráfico de drogas y armas, lavado de dinero, extorsión, prostitución y homicidios. Cada capítulo controla territorios, usando negocios legales como bares o talleres como fachadas para actividades ilícitas. Su lema, “Cuando hacemos el bien, nadie lo recuerda. Cuando hacemos el mal, nadie lo olvida”, resume su postura desafiante ante la sociedad y la ley. La membresía es exclusiva: inicia con “hang-around” (observador), pasa a “prospect” (aprendiz, realizando tareas humildes por meses o años) y culmina en “full patch” tras una votación unánime. Reglas inquebrantables incluyen no usar drogas con los colores puestos, no hablar con la prensa o policía sobre el club, y castigos severos por traición, desde palizas hasta quemar tatuajes. Solo motos Harley-Davidson están permitidas, y abandonar el grupo puede ser peligroso.
Su salto a la infamia global ocurrió el 6 de diciembre de 1969 en el Altamont Free Concert, California. Contratados por los Rolling Stones como “seguridad” a cambio de cerveza, los Hells Angels se volvieron contra una multitud de 300 mil personas. Armados con tacos de billar y cadenas, atacaron a fans descontrolados. El clímax: Meredith Hunter, un joven afroamericano de 18 años, sacó un revólver en autodefensa y fue apuñalado por el Angel Alan Passaro, quien fue absuelto por legítima defensa. El evento dejó cuatro muertos (incluyendo ahogamientos y un atropello) y simbolizó el fin de la era hippie de paz y amor.
En Argentina, arribaron en 1999 con un chapter en Buenos Aires, expandiéndose a Mendoza (2004), Córdoba (2014), Cipolletti y Venado Tuerto (2017), San Isidro (2019), Luján (2021) y un grupo nómada (2006). Su presencia ha sido turbulenta, marcada por rivalidades territoriales. Figuras como Daniel “Dani La Muerte” Díaz León, ex líder del chapter Buenos Aires y guardaespaldas de Ricardo Fort, encarnan su influencia local.
En 2016, un enfrentamiento armado con Tehuelches en Luján dejó cuatro heridos -incluyendo a Díaz León con nueve balazos- y 14 detenidos, con más de 150 disparos en una rotonda de la Ruta 5 y 47. La Justicia procesó a varios por abuso de armas y lesiones, pero sin condenas definitivas. Mientras los Hells Angels rechazan la etiqueta de “banda delictiva”, su paso por Argentina deja un rastro de balas, heridos y preguntas sobre la seguridad pública.

