Glen Powell reinventa El sobreviviente y enfrenta el desafío de ser “el nuevo Schwarzenegger”
Hollywood suele ser acusado de no crear nuevas estrellas. Pero Glen Powell, una de las figuras más ascendentes de los últimos años, acaba de recibir una prueba definitiva: protagonizar el remake de El sobreviviente, el mismo papel que en 1987 inmortalizó Arnold Schwarzenegger. Sin embargo, el actor prefiere evitar la etiqueta de sucesor. “No me considero excepcional”, dijo Powell a AFP en Los Ángeles, días antes del estreno mundial.
La película —que llega a las salas este viernes— está dirigida por Edgar Wright, creador de Baby Driver y Scott Pilgrim. A diferencia de su antecesora ochentosa, esta versión vuelve a la esencia de la novela de Stephen King, que exponía la manipulación mediática y la televisión convertida en un espectáculo de violencia.
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Un hombre común atrapado en un reality mortal
Powell interpreta a Ben Richards, un trabajador que termina dentro de un reality show donde asesinos profesionales intentan matarlo frente a millones de espectadores. No tiene habilidades militares ni cuerpo de superhéroe; solo la necesidad urgente de ganar dinero para comprar el medicamento que salvará la vida de su hija. “Algunas de mis películas favoritas son sobre personas comunes en situaciones extraordinarias. Y Ben es lo más común que vas a encontrar”, explica.
El film abandona el héroe invencible. Richards recibe golpes, cae desde alturas y vive situaciones absurdas, como huir únicamente envuelto en una toalla. La propia crudeza física del rodaje llamó la atención de Schwarzenegger tras una proyección privada. “Lo vio y me dijo: ‘Lo siento por vos. Eso debió doler’. Fue increíble tener su aprobación”, recuerda Powell entre risas.

Ciencia ficción que se volvió realidad: Stephen King ya había escrito 2025
La novela original fue publicada en 1982 bajo el seudónimo Richard Bachman, pero King imaginó un futuro transcurrido en Estados Unidos en 2025. El escenario incluía autocracia, desigualdad social y manipulación informativa: elementos inquietantemente vigentes.
En la película, los productores del reality manipulan imágenes, editan pruebas y crean videos falsos para aumentar el rating. Powell asegura que este punto fue decisivo para aceptar el proyecto. “Vivimos en un universo de TikTok. Vemos carnicería sin involucrarnos como seres humanos. A veces me mandan deepfakes y ni siquiera cuestionan si es real”, señala.
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La pregunta que plantea el film es directa y actual: “¿De dónde saca la gente sus noticias y quién controla la información?” En tiempos de desinformación digital, la ficción roza lo documental.
De Top Gun: Maverick al antihéroe más humano del año
Powell se consolidó como uno de los actores del momento desde su papel como Hangman en Top Gun: Maverick (2022). Después vinieron el éxito de la comedia romántica Con todos menos contigo, la acción de Twisters y la aclamada Hit Man, que también coescribió.
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Ese impulso lo llevó a fundar una productora propia y trabajar en nuevos proyectos para Universal, además de una futura película con J.J. Abrams.
Su actitud, reconoce, tiene inspiración en Sylvester Stallone: “Nunca quise esperar a que suena el teléfono. Porque nunca suena, o no con las llamadas que querés”, reflexiona.
Y define el clima actual de la industria con una metáfora que resume el caos creativo: “Hollywood es el Lejano Oeste ahora mismo”.

El sobreviviente apuesta por algo más profundo que una película de acción tradicional: cuestiona la forma en que consumimos contenido violento, la indiferencia frente a lo real y el poder de la manipulación digital.
Powell lo sintetiza así: “En 2025, el héroe que importa no es el que puede matar a todos. Es el que tiene algo que perder”.
Richards no es invencible. Es un padre desesperado. Y eso —en esta nueva era del cine— parece mucho más subversivo que cualquier escena de acción. “Arnold sabe lo que cuesta hacer una buena película de acción. Que haya salido diciendo que le gustó… para mí ya es suficiente”, concluye Powell.
LV / EM
