En el complejo mundo de las redes sociales, donde la mayoría de los operadores aparentan ser solidarios y comprometidos con causas políticas o sociales, se oculta un oscuro fenómeno de abuso y manipulación. Este es el caso de «Lobo», un individuo que ha emergido como una figura peligrosa en la red social X. Bajo la apariencia de un activista comprometido, Lobo ha sido acusado de ser violento, misógino y manipulador, y su comportamiento ha generado una creciente preocupación entre los usuarios.

Lobo, que se esconde tras un avatar anónimo y evita mostrar su rostro, ha sido señalado en múltiples ocasiones por su conducta inapropiada. Al igual que Frondizi, otro operador de X previamente denunciado por acoso, Lobo ha sido acusado de acosar y amenazar a una usuaria de la plataforma. Además, ha sido señalado por suplantar identidades y crear cuentas paralelas para continuar con sus prácticas de manipulación.

Este operador ha utilizado su gran cantidad de seguidores como una pantalla para ocultar su verdadero carácter. Se aprovecha de problemas laborales y enfermedades para ganarse la simpatía y el apoyo económico de sus seguidores, mientras que en realidad busca seducir y manipular a mujeres. Si no logra satisfacer sus deseos, es capaz de exponer y denigrar a sus víctimas, amenazándolas con divulgar información personal y detalles íntimos, incluso afectando a sus hijos.

Los operadores de redes sociales como Lobo suelen protegerse y respaldarse entre sí, lo que dificulta la exposición y sanción de sus acciones. A pesar de las numerosas denuncias y solicitudes de ayuda de los perjudicados, los principales «operadores» de la red social que lo tienen de amigo porque es un compañero de la causa política por las que luchan, a menudo miran hacia otro lado manteniendo un silencio cómplice.  Transforman en esa lucha con sus seguidores en una secta, una cofradía en donde «yo te protejo si tu me proteges».

Esta nota tiene como objetivo exponer a Lobo y advertir a aquellos que aún piensan que «a mí nunca me hizo nada». La realidad es que estos operadores utilizan la estrategia de mantener una fachada amigable y protectora para ganarse la confianza de algunos, mientras que atacan y manipulan a otros. Es fundamental estar alerta y ser consciente de los peligros que acechan en las redes sociales para protegerse de estos comportamientos destructivos.