Experenciencia única: cuánto cuesta comer en La Campiña, el restaurante de Mónica Cahen D’Anvers
A las afueras de San Pedro, entre naranjos, sombra de árboles antiguos y ese aire calmo que parece detener el tiempo, La Campiña continúa recibiendo visitantes que buscan algo más que un simple almuerzo. El restaurante, creación de Mónica Cahen D’Anvers y el recordado César Mascetti, mantiene una propuesta culinaria que combina tradición, productos locales y un estilo casero que se volvió su sello.
Quien se sienta a la mesa se encuentra con varios menús posibles. El menú de parrilla suele ser uno de los más elegidos y ofrece carnes preparadas al estilo clásico: cortes como asado, vacío o pollo grillado, acompañados por ensaladas frescas o papas rústicas. Este menú ronda, en promedio, los $18.000 a $20.000 por persona, dependiendo del corte seleccionado.
Para quienes prefieren platos más elaborados, el lugar propone un menú de cocina que incluye opciones como pastas caseras, tartas de estación o carnes al horno con vegetales. Estas preparaciones, más vinculadas al recetario hogareño que siempre defendieron Mónica Cahen D’Anvers y César, suelen ubicarse en un valor cercano a los $15.000 a $17.000 por plato.
El menú de estación cambia según los productos disponibles en la huerta y la producción local. En primavera aparecen preparaciones más livianas, mientras que en otoño predominan los platos más contundentes. En cualquiera de sus versiones, el precio se mantiene dentro de los $16.000 a $18.000, con platos que priorizan ingredientes frescos y de cercanía.
También hay un espacio dedicado a quienes necesitan una opción diferente: el menú sin gluten, que incluye carnes, ensaladas, algunas variantes de pastas aptas y postres adaptados. Este menú sigue la misma línea de precios y suele ubicarse alrededor de los $15.000 a $17.000, con porciones generosas y bien cuidadas en su elaboración.
La visita al restaurante de Mónica Cahen D’Anvers no estaría completa sin la tradicional cafetería de la tarde, un momento en el que la galería del restaurante se llena de charlas suaves y aroma a café. Las infusiones rondan los $3.000 a $4.500, y la pastelería casera —con tortas húmedas, budines y opciones con dulce de leche o cítricos del lugar— se mueve entre los $4.500 y $6.000, dependiendo de la elección.
Los postres, tanto después del almuerzo como en la merienda, mantienen ese espíritu casero: flan tradicional, quesos con dulces de la propia producción, o tartas con frutas de estación. Sus precios suelen ubicarse entre los $5.000 y $7.000, según el tamaño y la preparación.
Más allá de la carta, el atractivo del lugar sigue siendo esa experiencia completa: caminar entre los árboles, visitar la tienda de productos artesanales o simplemente disfrutar del entorno que Cesar y Mónica Cahen D’Anvers formaron durante décadas. Comer en La Campiña es, al final, una mezcla de gastronomía, historia y clima de campo que sigue atrayendo a familias, turistas y curiosos que buscan un día distinto.
